Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 1 de noviembre de 2012

HUIR DE TI MISMO

No podemos huir de nosotros mismos y por más que corramos hacia delante, más nos encontraremos con el viento en contra de nuestro deseo.
A veces, reconocemos en nuestro interior a una persona desconocida. Un ser extraño que ocupa los lugares más íntimos, los sagrados huecos reservados a la más delicada parte de nosotros.
Somos uno pero nos confundimos con muchos otros. Integramos, a veces inconscientemente, un sinfín de pedazos de otra gente que se ha cruzado en nuestro camino; porque todos dejamos huellas imborrables que aunque apenas se aprecien, dibujan el mapa de nuestro carácter. Es gente que nos ha convulsionado con su presencia pero incluso aquellas otras personas que levemente parecen haber estado. Todas y cada una depositaron su impronta en nosotros y de ello somos herederos.
Huimos a ninguna parte. Cambiamos de gentes, de países, de paisajes…tratando de encontrarnos con otro yo diferente que no nos recuerde al que sufre, al que teme, al que restriega su corazón contra la pared o al que ha dejado la piel de su alma en algún pedazo de vida que ya no es suya.
Escapamos desde la imagen devuelta por el espejo y que no queremos ver. Buscamos olvidar en otros brazos, otras miradas y otros labios, tal vez, pero nunca podemos alejarnos de nosotros mismos. Ahí estamos, atados a nuestra sombra para ser uno con ella.
No podemos evitar, estemos donde estemos, que un día sin saber cómo ni por qué, nos despertemos con el YO de siempre sentado a nuestro lado hablándonos al oído para decirnos que lo único auténtico que perdurará siempre es el amor que hayamos entregado y gozado. El resto no importa; ni en tiempo ni en lugar.

6 comentarios:

  1. También perdura por siempre el amor que hemos recibido, quizás sea ese nuestro gran secreto. Ese del que tanto se habla y que viene añadido a nuestra existencia desde que nacemos. Dar y recibir, es que no hay más que esto.
    Un beso desde cualquier lugar del mundo.

    ResponderEliminar
  2. Sí Xara...no terminé de expresarme bien...no solo se da porque al hacerlo, de alguna forma siempre se recibe. Besos y gracias por la apreciación.*

    ResponderEliminar
  3. HOLA
    NO PODEMOS HUIR DE NOSOTROS MISMOS PORQUE DONDE ESTEMOS ESE "YO" ESTARÁ CON NOSOTROS, LLEVAREMOS NUESTRAS CRUCES, NUESTRAS TRISTEZAS Y ALEGRÍAS, NUESTRAS RESPONSABILIDADES Y TODO AQUELLO QUE FORMA PARTE DE NUESTRA VIDA.

    HAY QUE ACEPTAR AQUELLO QUE NO SE PUEDE CAMBIAR Y ACOSTUMBRARNOS A VIVIR CON NUESTRAS PROPIAS LIMITACIONES.

    UN BESO

    ME QUEDO POR ACÁ.

    lujanfraix.blogspot.com

    MI BLOG PRINCIPAL POR SI QUIERES VISITARME.

    ResponderEliminar
  4. Flor Y Nata, te expresaste perfectamente, y precisamente terminaste hablando de dar y recibir, porque en el último párrafo de tu reflexión lo dices, "lo único auténtico que perdurará siempre es el amor que hayamos entregado y gozado."
    Gozar es el modo de recibir, dándo. Desde cualquier ángulo que queramos mirarlo.
    Te pido disculpas por no haberme detenido a "gozar" plenamente de tu reflexión.
    Respecto a la "huida del yo", me recuerda un libro que leí hace tiempo y que se llama "el perfume" de Patrik Süskind. El personaje de esta historia es un asesino, pero si consigo salir del "prejuicio" puedo ver
    cómo vamos pasando por la vida recogiendo la impronta (esencia, perfume) de otros, tanto en sentido negativo como positivo, y fabricamos con todas ellas un "perfume" que parece definirnos. Al final, el "yo" se disipa en el aire. Busquemos el auténtico amor, ese que solamente da lo que tiene y recibe la inmensidad del mundo.
    Un besito y buenos días.

    ResponderEliminar
  5. Gracias Luján por estar aqui y hacerte presente. Sí...será un placer pasearme por tu blog!!...se agradece tu serenidad*

    ResponderEliminar
  6. Xara querida siempre tud mstices son un arco iris!!. Garcias por estar*

    ResponderEliminar