Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 30 de octubre de 2012

DERECHO A LAS RECOMPENSAS

Muchas veces las cosas no suceden porque no nos creemos merecedores de ellas…y sin embrago, lo somos. No todos en la misma medida, pero tampoco hay parámetro que mida en realidad. Cada uno se merece lo que le es propio. Aquello que por propio sufrimiento, esfuerzo, trabajo personal y vital se haya labrado. Porque los premios, los regalos…los milagros…también se trabajan.
Nos han enseñando que la vida es sufrimiento y que lo que realmente tenemos que hacer para soportarla es aprender a sufrir. Y así, con este pensamiento paralizante y limitador comenzamos la carrera de descenso por nuestra autoestima. Creemos que la tolerancia y la paciencia deben convertirse en resignación y que la bondad debe quedar ligada a la actitud que nos permita soportar a los perversos.
Creemos que los premios no existen y que el universo no responde con milagros que nos eligen por merecerlos, pero sí lo hace.
Nuestro comportamiento se convierte en un boomerang cuando se trata de expandir  cualidades que nos mejoran o lo hacen con otros. La compasión, el amor, la bondad o esa particular forma de ver en los fracasos oportunidades van sumando puntos para nuestro crecimiento interior.
Todo tiene un coste, todo pasa factura. Principios  y consecuencias se ligan por la Ley de Causa y efecto tejiendo un entramado complejo de caminos por donde dirigirnos que ponen a prueba la pericia de nuestro corazón y su ductilidad. Sin embargo, todo tampoco lo hacemos mal. Hay muchos sufrimientos injustificados, mucho dolor gratuito  que no hemos provocado y sí sufrido. Mucho amor derramado sobre quien no lo merece y mucha ternura vertida a fondo perdido.
Todo se recoge en el apunte del universo. Algún día, en algún momento, en un simple instante no esperado…la recompensa llega y no lo hace sola, siempre le acompaña unas inmensas ganas de hacernos inmensamente felices.
Mira a tu alrededor y verás, con seguridad, esos chispazos milagrosos que no te abandonan.

1 comentario:

  1. Es cierto, siempre hay un maravilloso rincón de luz donde mirar. Una expresión externa de confianza que nos anima a serguir indagando este mundo, en este Universo eterno de infinitas posibilidades.
    Un beso

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