Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 4 de julio de 2012

MIRA TUS MANOS

Las manos son más importantes de lo que pensamos. Están ahí para recordarnos muchas cosas, siempre bellas. A veces, si te paras a mirar tus manos seguro que puedes ver en ellas las de las personas más cercanas y queridas.
Suelen parecerse en su forma, en las rugosidades que perfilan el mapa de su piel, en esos dedos largos o cortos, afilados o rechonchos que las aderezan, o en los movimientos con los que dibujan en el aire la gracia de su identidad.
Las manos nos enlazan a nuestros orígenes pero también nos arropan y nos abrigan. Son capaces de acariciar y acariciarnos, de sentir y sentirnos, de amar y amarnos.
Mirar nuestras manos, detenernos en ellas, volver sus palmas a nuestros ojos tiene un efecto mágico. Ellas son capaces de hablarnos y de decirnos que están ahí esperando ayudarnos, que contemos con ellas y que son tan fuertes y poderosas que serán capaces de sacarnos de todos los pozos.
También te hablan de los principios. De la fortaleza que recibieron cuando las asignaron a tu persona, de le entrega inmensa que hizo la mujer que te dio la vida para depositar en ellas todo su amor y entregártelo como un regalo cuando amaneciste en ella.
Mirándolas recuerda las manos de tu madre. Que lleguen a tu mente, nítidas. Que puedas rememorar su dulce calor cuando cocinaban para ti, cuando acunaban tus sueños, cuando resguardaban las tuyas, cuando mecían tus esperanzas o cuando secaban tus lágrimas para regalarte un beso.
Haz memoria y gira la vista al pasado. Encuentra la imagen en la que tus pequeñas manitas quedaban dentro de las suyas y en ese entramando de ternura, podías sentir de golpe toda la protección necesaria para enfrentarte a la vida. Entonces, cuando estés frente a esa imagen…mira de nuevo tus manos y recuerda que nunca nuestras manos están solas. Guardan la fuerza inmensa que ella depositó.
Cuando te sientas solo, indefenso, débil y vacío…vuelve a mirar tus manos…ellas lo guardan todo en silencio. Y recuerda una vez más, que la mejor ayuda está a final de tus brazos.

2 comentarios:

  1. Instrumento maravilloso de comunicación hacia el exterior. Las manos grandes om pequeñas todas, contienen un dios con diez expresiones del alma.
    Qué magnífico homenaje haces a las manos. Un día hice un dibujo de ellas ensalzando su grandeza. Si hay Dios, para mí es representado por manos humanas, transmisoras de tanta sabiduría, izquierda y derecha, bien y mal, arriba y abajo,
    Tus manos las imagino grandes y firmes y muy suaves al tacto. Las mias son mullidas, cálidas, fuertes, un poco rígidas como mi carácter, y a veces me parecen los extremos de mis alas, cuando logro transmitir creatividad.
    Qué dulce melodía la del arpa. Qué sensación de fluída quiso transmitirnos su constructor. Los instrumentos musicales son un gan ejemplo de la granDiosidad de las manos.
    ................................

    La semana que viene estaré de vacaciones, pero seguiré leyendo tus reflexiones, si sigues aquí.

    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Gracias Xara por tan exquisito comentario, tan delicado y sutil.

    Sigo aqui...me encantará que entres a nuestro rincón con aire de vacaciones, fresca, descansada...llena de energía y deliciosamente serena y feliz!
    Un beso

    ResponderEliminar