Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 11 de junio de 2012

MIRAR DOS VECES

En muchas ocasione es imprescindible pasar la mirada varias veces por el mismo sitio porque de una sola no captamos todo lo que debemos guardar en la retina.
La necesidad de penetrar más allá de la primera impresión se hace urgente cuando comprobamos que los juicios demasiado rápidos nos acercan pronto a los errores y estando en ellos todo se desajusta.
Estamos acostumbrados a la prisa. Incluso para gozar de los sentimientos la tenemos. No sabemos ya saborear despacio lo que nos produce emoción y goce en cualquiera de los ámbitos que lo sintamos. Pararnos a disfrutar, por el placer de hacerlo, es todo un reto que se presenta difícil cuando el reloj siempre impone su tiranía. Sin embargo, pagamos un precio demasiado alto cuando pasamos los ritmos de los tiempos por alto.
La familia se convierte en una parada breve. Los amigos se vuelven reversibles y los amores se tornan difíciles. No dedicamos lo suficiente a mantener los afectos de la misma forma que al principio en el que surgieron. No invertimos en ellos la ilusión y la esperanza que les debe ser propia. No tenemos tiempo de calidad para quienes más nos importan.
A la larga, las consecuencias son fatales. Cuando se desmorona nuestra vida sin saber cómo debemos volver a los pilares de nuestro hogar y mirar ahí, también dos veces.
Si los afectos están sólidamente asentados, todo marchará bien y lo que parece irresoluble se vuelve posible ante la fuerza que nos acompaña procedente del interior.
Es muy importante sentirse querido. Es mucho más importante aún demostrarlo por otros porque en lo que damos está la respuesta a nuestro desasosiego.
Solamente cuando nos regalamos a los demás nos llega el mejor presente que podemos desear: ese incondicional afecto protector que  todo lo puede. Por eso, a partir de ahora miremos lo mismo más de una vez.

2 comentarios:

  1. Es cierto, hay que parar, mirar dos veces, disfrutar el momento intensamente porque ya no volverá y el tiempo se agota cuando no conseguimos ver todos sus pétalos.
    Sabíais que los pétalos blancos de las margaritas son flores realmente, alrededor de un botón amarillo como el sol?
    Un beso de buenas noches...

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  2. !Qué bella interpretación de la margarita, Xara!!!...efectivamente...mirar dos veces, empaparnos de la vida como si fuese un afina lluvia que cala...dejar que suceda...no poner resistencia al dolor, ni al placer...porque ambos...pasarán.
    Feliz día! y como siempre, besossss

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