Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 27 de enero de 2022

¿CAMBIAR AL OTRO?

 La fuerza de la costumbre es inexorable. Creemos que estamos libres de condicionamientos, que nada puede con nuestra libertad y que, si queremos, podemos con cualquier cosa.

 

         Esta es una teoría tan esperanzadora como irreal. Nada aboca más al fracaso que las relaciones en las que uno piensa que puede cambiar al otro, e incluso en la que el “otro” piensa que puede cambiar por ese uno.




 

         A lo sumo, hablaremos de amoldarnos, de acomodarnos o encontrar un hueco en un escenario que no es el nuestro y al que tenderemos a ordenar como propio, sin remedio, a pesar de los esfuerzos. Por eso, todo intento, en este sentido, es vano.

 

         Lo que para uno es correcto, para el otro es impensable. Lo que uno toma como necesidad, el otro lo toma como superfluo y es ese punto donde todo se estropea si no se entiende esto.

 

         “ Durante el reinado de Darío, éste convocó a los griegos y les preguntó por cuánto dinero accederían a comerse a los cadáveres de sus padres. Ellos respondieron que no lo harían a ningún precio. Acto seguido, Darío convocó a los indios llamados calatias ( que devoran a sus progenitores), preguntándoles por qué suma quemarían a sus padres; ellos se pusieron a vociferar, rogándole que no blasfemara.”

Píndalo hizo bien al decir que la costumbre es la reina del mundo. (“El infinito en un junco”. Irene Vallejo. Pág. 187).

 

         No puede estar mas claro.

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