Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 29 de marzo de 2017

MÉTODO PARA ENFRENTARNOS A LAS DUDAS

Lo mejor de todo es tener las ideas claras. Cuando no dudamos y estamos, por tanto, seguros de lo que queremos y deseamos, luchamos por ello con una dirección.

Dudar nos sumerge en una insatisfacción permanente en la cual puede cometerse cualquier número de tonterías.

Cuando un problema da vueltas en nuestra cabeza y no vemos claras las soluciones, entramos en una especie de estado de shock permanente, en el cual estamos al vaivén de lo que nos dicen, de lo que opinan los que nos quieren o los que nos odian; en cualquier caso, unos y otros, mantienen una observación externa que aun siendo interesante nunca debe ser definitiva en nuestras decisiones.

Es muy útil emplear el método de la balanza. Se trata de emplear dos columnas enfrentadas en un papel. Coloquemos los motivos a favor y en contra de la decisión en la cual dudamos y, más tarde, contestamos a estas preguntas …

1.    ¿Qué puede pasar si no sucede este paso?

2.     ¿En qué cambia mi vida?

3.     ¿Estoy dispuesta/o a asumir riesgos?

4.    ¿Qué es lo que me asusta? 

5.    ¿Qué debo cambiar para qué sucedan diferentes resultados?... 

6.- ¿Quiero realmente hacerlo?

Posiblemente, repasando las respuestas nos demos cuenta de cuál es el camino a tomar. Nos vamos a dirigir nosotros solos a la solución. No sé si a la mejor o a la peor, pero al menos tomaremos un camino en el cual comenzaremos a pisar terreno firme.

 Y si a pesar de todos estos pasos seguimos actuando de la misma forma, es porque algún sentido tiene y, sin duda, no es el momento de cambiar, sean como sean las consecuencias.

No es aún el final de la historia.

 Algo nos quedará por aprender… o qué enseñar.

Todos somos aprendices; todos maestros.

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