Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 19 de agosto de 2015

EL EFECTO PARAGUAS



He observado mucho últimamente. He mirado bien. He detallado cada palabra, cada acción y cada respuesta de los demás.  Me he dado un tiempo para darme cuenta de lo que en mi no me ayuda a ser todo lo feliz que debería.

Hay gente que se come el mundo y que nada entre los problemas como pez en el agua. Incluso para superar una dificultad se erigen en otra mayor, ellos mismos. Pero sobre todo, lo que más me ha sorprendido de este aprendizaje es la herramienta que usan cada vez que les cae una piedrecita encima. Yo lo he llamado, el efecto paraguas.

Lo primero que se ha de hacer es dejar que los conflictos resbalen por la tela plastificada de la conciencia. 

Antes de nada, tener calma. Dejar hablar. No dar información gratuita. Evitar la aceptación rápida. Conciliar y ponerse al lado del adversario aunque solamente sea para dejarle tranquilo. De este modo, las gotas resbalan. El problema queda de nuestro lado y la solución estará a nuestro favor.

El efecto paraguas es magnífico. Quedas dentro por completo y la avalancha de asuntos negativos caen por su peso al suelo sin remedio.

Lo tengo observado, lo he analizado…ahora me falta llevarlo a la práctica. Empezaré poco a poco. Para darme tiempo al cambio y acomodarme a mis propias dificultades. Sé que me va a costar pero también conozco que los resultados son geniales.

Posiblemente, me he educado en un tipo de ideología conciliadora, bondadosa y estúpida que presupone que todo el mundo es bueno y que trabaja para mantener un buen ambiente a su alrededor.

Me doy cuenta que la historia de la vida es un cuento diferente al que me contaron.

Un poco tarde me dio cuenta. Tal vez. Pero aún hay tiempo para mejorar mi propio egoísmo, que no para mejorarme a mi misma pero al menos sabré bailar bajo la tormenta. Que no es poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario