Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 5 de abril de 2012

DOS VIEJOS LOBOS...

Hoy me encontré con este conocido y breve cuentecito que hace referencia a las múltiples personalidades que pueden coexistir en nosotros. Es un interesante tema por la necesidad de aprender a dominarlas y a retroalimentar a la que nos lleve a una vida más armónica y feliz con nuestro interior.
Veamos:
“…Un viejo Cherokee les hablaba a sus nietos sobre la vida.
“Hay una batalla en mi interior… es una pelea terrible entre dos lobos.
Un lobo representa el miedo, la ira, la envidia, la pena, el arrepentimiento, la avaricia, la arrogancia, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras, el falso orgullo, la superioridad y el ego.
El otro lobo es la alegría, la paz, el amor, la esperanza, el compartir, la serenidad, la humildad, la amabilidad, la benevolencia, la amistad, la generosidad, la verdad y la fe.” dijo el anciano.
“Esa misma lucha está teniendo lugar en vuestro interior y en el de cualquier persona que viva.” añadió el anciano. Los niños se quedaron pensando un momento.
“¿Y cuál de los dos lobos ganará?” preguntó uno de los niños.
“Ganará el lobo que más alimentes” contestó el abuelo.

…Ganará el LOBO QUE ALIMENTES…me he quedado pensando en ello. A veces ni siquiera nos molestamos en alimentar a una de las partes o a ninguna de las dos y crecen salvajes como si se tratase de plantas agrestes que van trepando indiscriminadamente por las tapias de nuestra alma. Es como si coexistiera el consabido ángel bueno con el que tiene cola de demonio.
         Ese mundo de contrastes sin el cual tampoco podríamos confrontar lo más válido. No puede haber bondad sin maldad con la que referenciarla, no puede existir la luz sin las sombras, como no puede haber el blanco sin el negro.
         Posiblemente, alimentar a uno de los lobos suponga relegar al otro a la soledad, sin embargo puede darse lo contrario. Muchas veces uno se empeña en elegir el camino correcto siempre que puede y sin embargo, a su paso salen mil y unos indicadores que le confunden. O tal vez, nos dejamos confundir.
         Es como las prohibiciones que se hacen a los adolescentes. Cuanto mayor es la insistencia en lo que no se debe hacer más fácil la atracción que les produce caer en ello.
         ¿Debemos alimentar a uno de los lobos?¿Debemos mantenerlos en equilibrio? ¿Es conveniente quedarnos solamente con lo que brilla?.
Espero vuestros comentarios que en esta ocasión me darán, seguramente, la referencia que preciso.

5 comentarios:

  1. Es curioso, también yo necesito salir de esta duda.
    Se me ocurre que busquemos siempre una tercera versión de nosotros mismos, que integre o sea capaz de integrar las dos, bien y mal.
    Un beso

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  2. Sí efectivamente Xara, eso quería decir. A ver si hay alguna sugerencia por parte del resto de los lectores...
    Besitos de buenas noches!

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  3. Cuando el filósofo dijo.." el hombre es lobo para el hombre " a mi entender quizo decir que el lobo es lobo para el lobo.
    No podemos pasar por alto la realidad que nos identifica por herencia, como especie y como seres naturales...pero tocados con el dedo del Gran Creador.
    En la parábola de Job, Dios y sus angeles conviven en el reino eterno y uno de ellos es el "lobo luminoso con cola de demonio ".

    Podemos disertar sabiamente sobre la naturaleza del hombre y llegar a magníficas y elaboradas teorías y conclusiones...sin embargo no podemos dejar de admitir que en medio de nuestra naturaleza "divina y humana " hay algo mas que nos obliga una y otra vez a poner los pies sobre la tierra: los colmillos nos demuestran que una vez fuimos lobos...y la capacidad poética que podemos elevarnos en místico arrebato hasta las alturas de la santidad y sin embargo todos sin excepción, grandes y chicos, pobres y ricos compartimos una naturaleza que para bien o para mal nos une: somos seres humanos idénticos, vulnerables, gregarios,con una gran capacidad para el amor y para el odio.

    Podemos pasar de la ternura infinita y celestial al mas abyecto estado y sentimiento.

    El amor maternal y paternal, la educación y el ejemplo que conducen por caminos de principios y rectitud, la sana cercanía, la mano bondadosa y la ternura son "plumones" que apaciguan a la bestia, le liman los colmillos y las uñás al licántropo.
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    Hay temas como éste que muchas veces nos dejan un extraño sabor...pero como decía la abuela " al toro por los cachos".
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    Y a propósito de ángeles, Flor y Nata y Xara mis queridas hadas...el viento del Oeste a veces lleva mas que susurros, pero eso si, siempre, los sentimientos mas nobles y mis palabras mas tiernas.

    Los angeles no caminan...solo rozan la tierra con sus angelicales pies.

    Un abrazo tierno.

    ...!

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  4. !! Cuánta sabiduria hay en tus palabras!!. No podemos despegarnos de esa parte que domestica la educaión. A veces, hay resortes que la hacen saltar y cuando eso sucede nos hace falta algo más que modelos de bondad para superar la ebullición de lo que ocurre dentro.
    Posiblemente, solo el AMOR logre, con su magia, transformar allicántropo en angel perpetuo y en él podamos vernos las alas mientas sintamos su presencia.

    Gracias Viento del Oeste...dudar siempre es un placer que nos resuelves.

    Ojalá los susurros se conviertan en dulces tonadas que nos lleven lejos...muy lejos...y nos permitan levitar sin rozar la tierra.
    Un beso para ti!!

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  5. Voy poco a poco reconociéndo mis "personalidades". Me sorprendo cuando topo con la "bestia", porque está prohibido y me da miedo. De lo contrario la abrazaría con ternura, le diría cuánto la quiero y dormiría con ella. En esa fusión nacería seguro, estoy segura de ello, nacería una tercera y única verdad, que tiene la solución a todos mis temores, a todas mis dudas.
    Siguiendo la teoría de Jung, fundir, integrar, reconocer la Sombra es un paso fundamental hacia la Luz.
    Quizás, podríamos acelerar el proceso de cambio en la humanidad, cambiando el sistema de numeración en todo y para todo. Cambiaría nuestra perspectiva de la vida, tres y solo tres, y encontrar en TODO el tres, esa creo que es la solución. Cuidadín, que me subo a la ramaaaa!!!!
    Un beso

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