Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 17 de febrero de 2012

COMPROMISO CON UNO MISMO

Uno de los pilares fundamentales de toda relación, del tipo que sea, es el compromiso. En ocasiones, precisamos que esa responsabilidad sea inscrita en un contrato y que de alguna forma quede registrada ante gestores competentes que den fe de nuestra entrega y contraprestaciones. Las empresas necesitan de estos compromisos legalizados y, en general, el mundo comercial y el del trasiego económico. Pero no es exclusivo de estos ámbitos. Cuando queremos afianzar una relación recurrimos al compromiso que debe ser manifiesto y socialmente reconocido.
         Toda obligación conlleva una entrega, bien sea de confianza, de afecto, de empeños laborales, de dinero…y en toda se produce una recíproca ganancia que puede ir desde los sutiles valores morales hasta los enconados intereses materiales.
         Si efectivamente, prácticamente todo lo que llevamos a cabo requiere de estos “contratos” verbales, materiales o espirituales ¿acaso no deberíamos establecer el compromiso más serio y definitivo jamás conocido?. ¿No tendríamos que sentarnos frente a nosotros mismos para iniciar un compromiso capaz de ayudarnos en nuestra evolución íntima?.
         No cabe duda que sí. Todo compromiso…asusta. Tal vez porque  tememos al riesgo, a la dedicación que requieren, a los cambios que conllevan y posiblemente al dolor y las complicaciones que se derivarán de él.
         Cuando nos damos cuenta de que estamos estancados, sabemos que debemos dar el salto. Quisiéramos tomar impulso y cabalgar sobre los problemas de un solo brinco. Pero debemos aprender que posiblemente la solución esté en rodearlos y no en tratar de avanzar sobre ellos por su cima. Hay que aprender a caminar en torno a ellos, teniéndolos presentes pero bordeando su dimensión y abarcándolos por completo.
         Todo proceso que sigue a un estancamiento da miedo. El cambio nos aterra. Nos aferramos a lo que somos y a lo que hay, por más que ya no funciones o suframos con ello. Hay que saber escuchar a nuestra parte más sabia. Para eso es necesario hacer silencio interior. Entonces oiremos a nuestra parte conectada invitándonos a movernos en la vida e ir a la par de su inevitable cambio. De nada vale quedarnos atrás empeñados en no poder o querer movernos. La propia corriente vital se encargará de arrastrarnos si nos encuentra desprevenidos.
         Debemos hacer un pacto con nosotros mismos. Un contrato importantísimo en el cual estemos dispuestos a entregar dedicación constancia, paciencia, confianza, fe y valor. El objetivo no puede ser mejor: avanzar ante los bloqueos desde la convicción de que podemos seguir creciendo y que esa conquista dará su mayor rentabilidad cuando podamos quedarnos a solas con nosotros mismos y sentir plenitud, serenidad, fuerza y entusiasmo por seguir siendo una luz que brilla no sólo para sí misma, sino para todos los que quieran ver bajo su resplandor.

6 comentarios:

  1. Siempre he sentido la necesidad de crecer, y aunque no siempre el camino estaba claro, el rechazo a la sensacion de estancamiento..esa sensacion de tristeza interior..me ha dado el impulso para ir mas alla de lo que creia eran mis limites.
    Puede que aun sin saberlo existiera un pacto con mi espiritu?
    Pues la verdad no lo se...en mi caso creo que ha sido mas por necesidad que por inspiracion.
    Un abrazo
    Por cierto, cada vez resulta mas dificil leer las palabras para poder publicar.

    ResponderEliminar
  2. El compromiso vital se dá primero consigo mismo; conciliar nuestros intereses personales con el "ego" es primordial, los de papel y tinta se darán como consecuencia de esa convicción interior. La "satisfacción " y la "recompensa" siempre serán además los valores a buscar y encontrar en todo compromiso, aun en aquellos íntimos, profundos, secretos y serenos en donde el "mi-mismo" cobra réditos y no siempre bajos.
    Muchos de esos auto-compromisos no se cumplen porque no hemos establecido las normas claras a cumplir por las partes interesados en el "contrato".

    Mi compromiso contigo, por ej. pasa por mantenerme siempre a tu lado, solo esperarando compartir tus pensamientos con los cuales alimento otro compromiso "sereno" que me he firmado.

    Un abrazo afectuoso y con el tierno calor de siempre.

    ResponderEliminar
  3. El exterior suele ser un vivo reflejo de lo que ocurre en nuestro interior. Ahora que estamos viviendo en España la ruptura de tantos compromisos adquiridos durante muchos años. Compromisos que tuvieron que ver con la búsqueda de bienestar por el sacrificio de muchas personas en otro tiempo; Ahora en mi intierior un cúmulo de incertidumbre se viene encima, la ruptura externa es vivo reflejo de mi ruptura, mi compromiso conmigo misma. Y la lucha, como afuera, es adentro.
    Sólo el compromiso de mi Yo superior podrá sacar adelante esta crísis. Y ningún ego podrá hacerlo sin su dirección.
    Aunque siempre os refleje aspectos de mí misma, no soy yo en la totalidad. Solamente una parte, la que responde a las vivencias cotidianas y mi entorno.
    Gracias Flor y Nata por seguir mostándonos el camino con tu Luz.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Estimado Domingo, estoy segura que todos los que paseamos por este blog tenemos en común contigo esa necesidad de búsqueda interior...algo falta que debemos encontrar...algo con lo que conectar. La intuición, la necesidad, las urgencias...todo es válido si nos acerca a ello!.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Mi esperado amigo de los abrazos tiernos y cálidos...hay algo que me gusta mucho de todo lo que expones...hablas de la "convicción interior"...tan necesaria!!...Lo primero que debemos tener claro es QUÉ es lo que queremos, qué quiere nuestra alma, qué nuestros anhelos más ínitmos. Una vez establecido el objetivo, convencidos de él...es sencillo el compromiso, se hace espontáneo y natural. También me ha gustado el apunte sobre la falta de claridad entre las partes implicadas en un compromiso para que este se cumpla!...y por supuesto, me ha encantado el que tienes conmigo desde la serenidad de tu luz.
    Un beso

    ResponderEliminar
  6. Xara qué claridad mental tienes respecto a tu situación!!...con ella tienes ganada la batalla de comprometerte con ese YO superior al que aludes. Sí, efectivamente, la responsabilidad debe ser con él pero siempre desde la claridad de qué es lo que necesitamos. El cómo y el dónde...seguro...nos será mostrado.
    Un abrazo lleno de fuerza y confianza!!

    ResponderEliminar