Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 8 de octubre de 2011

NUNCA ES PRONTO...

Nunca es pronto para decir lo que uno ama. Ni tampoco es pronto para buscar lo que nos hace felices. Ya es el tiempo. Siempre lo ha sido. Nunca es pronto para buscar ayuda, ni para decirle al otro que le necesitamos. Nunca es pronto para perdonar, ni para abrazar al que nos mira angustiado. Nunca es pronto para sonreír, para hacer brillar la mirada y aún para llorar si lo precisamos. Nunca es pronto para agradecer. Tanto y tanto. Nunca es pronto para abrazar responsabilidades, cada uno en la medida de sus posibilidades y situaciones. Nunca pronto para amar el trabajo que realizamos, valorar la libertad que tenemos o decidir lo que nazca de nuestro corazón. Nunca es pronto para cultivar la voluntad, la tolerancia a la frustración o el espíritu de solidaridad hacia los demás. Nunca pronto para expresar lo que sentimos, para hacer saber a los que amamos que son los pilares de nuestra vida. Nunca pronto para saludar con una sonrisa,  ser amables con el resto y mantener la calidez en nuestros hogares. Nunca es pronto para sustituir la televisión por una buena conversación o para reunirnos con amigos y disfrutar del tiempo en compañía.  Nunca es pronto para comprender que la felicidad es una opción de cada uno muy fácil de conseguir porque ya está esperándonos en el interior, deseosa de acompañarnos siempre. Pero sobre todo, nunca es pronto para entender que de nosotros depende alcanzar ese ansiado estado de serenidad que llega cuando advertimos que la vida tiene problemas para todos pero que la verdadera diferencia está en la actitud que tomemos ante ellos.
Nunca es pronto para comenzar a cambiar con un primer paso; ese que será el inicio de nuestra nueva vida.

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