Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 11 de septiembre de 2011

LO QUE ME INTERESA

A veces,  lo que no vemos es lo más valioso. No siempre está a la vista lo más preciado, lo que nos hace grandes de corazón, lo que de verdad interesa en una persona. Demasiadas veces nos quedamos en la anécdota de su físico, de su forma de vestir o de los rasgos económicos que le sirven de carta de presentación. Valoramos el coche, las marcas que lucen en su ropa, las joyas que adornan su cuerpo o el glamour con el que parecen vivir algunos. Muchas veces envidiamos el status que rodea a determinada gente e incluso nos gustaría ser parte de ese halo de relaciones incondicionales que parecen disfrutar los que más tienen. Sin embargo, todo ello es pura pantalla. Espectáculo preparado para el auditorio, ilusión óptica que enmascara realidades descarnadas y situaciones tremendas que se dan bajo la capa del maquillaje y brillo que les dibuja.
Lo que no se ve es lo que importa para todos. Las soledades calladas que se instalan en horas amargas, el dolor del desamor, la quemazón de la amistad interesada, las traiciones, los engaños y ese mundillo frágil de la apariencia con el que los que viven en permanente escena para los demás, sufren. Pocas cosas son dignas de envidiar en otras personas. Y si algo me parece que es, al menos, deseable cuando sabemos que otros lo gozan, lo viven y lo producen, es el AMOR.

¿Qué nos importa de una persona cuando entra en nuestra vida?¿son sus ropas?¿son sus autos?¿acaso es la profesión que ejerce?¿es la casa donde vive?...qué estúpidos seríamos si respondiésemos con alguna de estas preguntas. Porque todo eso...no es en nada la persona. La persona está dentro de un nombre con apellido, está en su capacidad de ayuda, en su tolerancia, en su comprensión, en la respuesta amorosa, en la bondad de su alma. El resto son solamente cosas ajenas al ser humano y que nada tienen que ver con él. ¿Por qué entonces no vemos más allá?
A mi no me interesan las grandezas materiales de los que viven cerca de mi o los que se relacionan conmigo de uno u otro modo. No me interesa el cartel de la profesión que ejerzan. No me interesa si es guapo no feo, si es bajo alto, ni tampoco si bebe esta u otra marca especial de vino o licor. Me interesa su mirada limpia, su  grandeza de corazón, su transparencia espiritual, su amor incondicional y ese apoyo fraternal que sin decir nada, podemos sentir en el corazón.

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