Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 16 de septiembre de 2011

EL PENSAMIENTO MÁGICO

Una de las causas más frecuentes de nuestros sufrimientos es el pensamiento mágico. Hemos instalado en nuestra mente modelos determinados de las cosas y las personas. De los valores, de las ofensas, de lo que está bien y lo que está mal; y de este modo hemos ido construyendo un edificio con departamentos amueblados sobre el que iremos comparando todo lo que llegue a nuestra vida. Nos hacemos una idea precisa de cómo tiene que ser el hombre de nuestros sueños y todo el que llegue tendrá, necesariamente que pasar por este referente modélico con el que vamos a compararlo. Nos sucede con nuestros hijos, con los amigos, con las situaciones y los comportamientos. Aquello que no se ajusta a lo que considero bello, bueno y perfecto…comienzo a rechazarlo encontrando mil razones para desecharlo, criticarlo o simplemente intentar cambiarlo.
Pilar Sordo, la psicóloga chilena que ha ideado este concepto hace una excelente referencia al sufrimiento que se deriva de estas fatídicas comparaciones en las que la realidad, siempre sale perdiendo. No aceptamos lo que llega, ni lo que tenemos. Siempre estamos inmersos en un continuo baile mental en donde pretendemos acoplar lo que hay en nuestra vida con la idea que de ella nos hicimos al iniciar nuestra edad adulta. De este desajuste surge una inagotable fuente de conflictos con uno mismo que muy pronto comienzan a sufrir los demás. No es el príncipe azul el que tienes al lado, ni lo debe ser, porque es él mismo y así hay que aceptarlo. No es la hija modélica la que convive en la casa, sino la adolescente quinceañera que tiene ideas propias y una personalidad única e intransferible. ..y así podríamos seguir enumerando todo aquello que instalamos en nuestro pensamiento mágico y que se aleja tanto de la realidad.
La reacción más frecuente que adoptamos al darnos cuenta de que lo que tenemos al lado no es lo que nos gustaría, es desear cambiarlo. ¡Ah! Qué grave error!. ¿Cambiar a la persona para que se adecue a nuestro modelo?¿Modificar su pensamiento, su forma de ser y sentir por perfilarla a nuestro gusto?...Esto ni es posible, ni sería conveniente nunca. No podemos ni debemos pretender cambiar a nadie. Hay que aceptar lo que tenemos o dejarlo ir. Pero nunca cometamos la gravísima equivocación de pretender modificar a nadie y menos aún creer que lo conseguiremos. Somos como vamos construyendo nuestros pensamientos, viviendo nuestras experiencias y aprendiendo de todo lo que nos rodea. Cada uno nace libre, único y maravillosamente diferente. Si no podemos gozar de esa multiplicidad de aspectos que constituyen a la otra persona, si nos molestan alguno de ellos tanto como para no aceptarlos, si de verdad nos incomodan como para pelear continuamente por su cambio…ha llegado el momento de alejarnos, de dejar ir y de comenzar a aprender que nadie es igual a nadie, que en ello consiste la riqueza de las relaciones y sobre todo, que nadie cambia para dar gusto a otro. Por suerte.

1 comentario:

  1. Que manera tan sencilla y fantastica de resumir UNA RELACION SANA y benefica para el vivir de una persona con otra!!!!. La aceptacion entre uno y otro. Mis cariños

    ResponderEliminar