La vida normal se rompe estos días. Reuniones, despedidas, reencuentros, comidas, regalos…el exceso se instala en la mente de la mayoría y romper con la rutina es lo que aporta más entre noticias de desaparecidos, muertes domésticas, guerras inacabables o desgracias naturales.
Quizás esté bien que nos evadamos por un tiempo. Quizás sea conveniente que no pensemos demasiado en las crisis que vivimos a diario. Quizás todo esto se haga bueno si logramos no olvidarnos de aquellos otros para lo que este tiempo diferente en nada cambia sus desgracias. Quizás estuviese mejor si nuestra generosidad improvisada les amparara a los que menos tienen, en la proporción que nos fuese posible. Quizás fuese aún más interesante regalarnos tiempo de calidad para ser más compasivos, más flexibles y menos inquisidores.
No todo el brillo trae luz, no todos los regalos aportan felicidad. Todos los abrazos y los besos, que ahora se derrochan podrían repartirse más a lo largo del año. Repetirse sin razón, darse con espontaneidad, regalarlos para demostrar lo mismo, pero siempre.
Alzar la copa para brindar por la salud, el amor, la pareja o que nuestro mundo vaya bien debe hacerse extensible a algo más que nuestro entorno directo. No somos islas. No debemos serlo. Lo que en el mundo vaya mal…a nosotros nos afecta. Pidamos por todo ello. Salgamos del cascarón de “lo mío”y “lo tuyo”…y vayamos directos a expandir nuestros deseos más allá de los confines del ego de cada uno.
La Navidad son unos días… lo peor llega el resto del año.
Tengamos una actitud solidaria con el resto donde también estamos incluidos.
Hagamos algo. Lo que sea. Un poco. A penas nada. Un pasito adelante con nuestra generosidad. Mucha gente lo necesita y tal vez, aunque sea de otro modo, un día podamos necesitarlo nosotros.
“Quid pro quo “…aunque sea egoísta este pensamiento…al menos implica corresponder, en este caso, con la vida.
¡Feliz Navidad!
FELIZ NAVIDAD PARA TI TAMBIÉN ♥️
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD 🎄🎄🎄♥️♥️
ResponderEliminar