Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 31 de enero de 2022

AUNQUE NO HUBIESE NADA

 Aunque con certeza no hubiese nada, yo seguiría creyendo. 

 

No puede crecer la esperanza sin fe. No puede dejar al corazón tranquilo el vacío.

 

A veces, he debatido sobre este tema largo y tendido. He reflexionado sobre la conveniencia del temeroso de que no haya algún mundo diferente tras el paso de una vida a otra. 

 

Si no existe nada, tampoco se ha de temer nada. No hay gloria pero tampoco infierno y a determinadas conciencias les beneficia.

 

Pero la verdadera condena, si uno no cree, pasa en esta vida. No hay certezas, sin duda. No hay evidencias. No hay signos de nada de nada. Solo el silencio y la ausencia se descuelga de los recuerdos del que marcha. Por eso mismo necesitamos creer.




 

Si creemos, ya estamos salvados aquí mismo. El desasosiego se calma. La necesidad de no haber perdido a los seres queridos se satisface por si misma. La confianza en seguir protegidos por aquello que sea en lo que creamos, se deja sentir como un bálsamo suave repleto de sensaciones cálidas.

 

A veces, uno no tiene nada más que la fe, pero es bastante si esta te acompaña porque pase lo que pase fuera, dentro de ti todo estará bien.

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