Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 4 de mayo de 2021

DESAPRENDER LO INNECESARIO

En muchas ocasiones, lo mejor sería desaprender. Malos hábitos, conocimientos estanco, maneras indeseables, rutinas innecesarias y tantas cosas que ocupan nuestro cerebro y dirigen nuestra conducta, que solamente interrumpen nuestra evolución. 

Los centros educativos enseñan a incorporar saberes pero no se preocupan de desmontar otros que impiden que, los que son objeto de su cuidado, se afiancen son eficacia. 


 

Veamos este breve cuento que viene hoy a refrendar este hecho.

“Un hombre decidió visitar a un maestro para pedirle que le aceptara como discípulo.  Cuando llegó a la casa, fue recibido por una persona que le interrogó sobre los motivos de su visita. 

-Deseo que el maestro me acepte como discípulo -solicitó el recién llegado.-Muy bien -contestó aquel hombre-, yo soy su asistente y le haré llegar esta demanda.

Transcurrido un tiempo, el hombre de la puerta regresó con un papel.

-El maestro me ha dicho que contestes a las preguntas que hay en esta lista de acuerdo a tus conocimientos.

Como el visitante era un hombre muy instruido, respondió a las preguntas con cierta facilidad sin que ninguna de ellas le resultara especialmente complicada. Terminado el examen, el asistente recogió las respuestas y retornó al interior de la casa para  entregárselas al maestro. 

Una hora después, regresó junto al ya impaciente visitante.

-El maestro me ha pedido que te comunique que en las contestaciones a las preguntas planteadas has demostrado una gran erudición, por este motivo te aceptará como discípulo dentro de un año.

Aquel hombre se sintió halagado a la par que un poco triste por el largo plazo marcado por el maestro. Antes de marcharse preguntó: 

-Si he contestado acertadamente a las preguntas y he de regresar dentro de un año, ¿cuál sería el plazo señalado si no hubiese respondido correctamente al examen? 

-Ah, en ese caso -contestó el asistente- el maestro te habría aceptado como discípulo hoy mismo. Tú, en cambio, necesitas todavía un año para liberarte de toda esa carga de conocimiento inútil que llevas encima.”

 

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