Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 11 de julio de 2020

CUANDO NADIE TE VE



En realidad somos los que somos, cuando nadie nos ve. Cuando nos quedamos a solas con nosotros mismos. Cuando no tenemos que reír para agradar o asentir para convencer; cuando se acaban los brillos de momentos que llenan vacíos y nos quedamos con ellos mirándolos de frente. Cuando somos el alma y no el cuerpo.




          Muchas ocasiones nuestro cuerpo está gozando, se divierte, parece que está experimentando lo bueno de la vida pero muchas otras también, nuestra alma no es feliz. Hay algo que se escapa, algo que no llena el hueco que existe, algo que supone tanto que anula lo anterior.

          Todos tenemos personas, situaciones, momentos, circunstancias en las que hemos actuado mirando solamente al exterior, llenándonos de risas vacías, creyendo ser felices, determinando que aquello es lo “nuestro”; pero todo eso es efímero. Los momentos pasan, las personas también, las situaciones no son lo que pensamos y nos quedamos a solas con la única verdad que nos importa aunque queramos cubrirla con un traje de luces para acallarla.

          Hay veces que es difícil o imposible volver atrás. Pero siempre podemos hablar desde el alma a la otra alma con absoluta limpieza…

          Ayer aprendí esta especie de oración, tratado o consenso para sanar conflictos con personas importantes en tu vida por la felicidad y el dolor que te hubiesen producido.

          “Yo, el Alma…te manifiesto a TI, el Alma… que agradezco tu presencia en mi vida por lo que me enseñó de mi, por ser un maestro/a de mis debilidades, mis puntos oscuros o mis equivocaciones; que todo está bien en el punto en el que está, que te quiero y que suelto mis ataduras de ti para que ambos seamos felices después de cumplir con la misión que cada uno tuvimos con el otro”…

          Puede servir para estar en paz. Para sanar el dolor que proviene de las acciones del exterior, porque en esencia, dentro, nadie es malo, solamente se está más o menos dormido, más o menos lejos de ser consciente de lo importante.

 Nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario