“Todos
aprendemos en la vida con el mismo maestro; la realidad. La visión profunda de
la realidad dice: domina las veinticuatro horas del día.
Hazlo
bien, sin sentir lástima por ti mismo.
Tan
duro es hacer subir a los niños al coche o llevarlos a la parada del autobús
como recitar salmos en un convento una fría mañana.
Ninguna
de estas dos cosas es mejor que la otra, ambas pueden ser muy aburridas, y
ambas tienen la virtuosa cualidad de la repetición.
La
repetición y sus beneficios se manifiestan de muchas maneras.
Cambiar
el filtro del coche, sonarse la nariz, asistir a reuniones, limpiar la casa, lavar
los platos, comprobar el nivel de aceite del motor; no pienses que estas cosas
te distraen de actividades más serias.
Estas
tareas no son dificultades de las que esperamos poder huir para hacer aquello que nos ayudará
a encontrar nuestro camino: son el camino.”
Gary Zinder, “The Practice of theWild”
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