Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 1 de junio de 2018

LOS OJOS QUE TE VEN



Nunca pensamos en lo que sería la vida sin ver. Vemos y eso nos instala en una especie de pedestal desde el cual no apreciamos lo que significa la maravillosa sensación de poder mirar, de advertir matices, colores, texturas, sonrisas y un sinfín de aspectos que componen el cuadro de la vida.



El profundo pozo en el que caemos si hacemos la prueba de cerrar los ojos y pensar que no veremos nunca más es indescriptible, aunque no lo es tanto porque estamos seguros de que en pocos segundos volveremos a abrirlos y la luz entrará de nuevo para inundar nuestras pupilas.

Nadie que no ve estará leyendo ahora esto, pero sí quizás personas que conozcan a otras que lo padezcan o hayan pasado por ello, o ellas mismas si han tenido experiencias cercanas a la falta de visión.

Todos los sentidos nos hacen falta. Todos, pero éste en especial.

Los ojos que miran permiten que entremos en mundos de infinitos matices. 

Deberíamos cuidar mucho los ojos pero más la mirada. Hay personas que miran y no ven y otras que sin apenas fijar la vista lo han radiografiado todo.

Saber mirar implica más que ver. Supone adentrarnos en lo que no se ve, en aquello que proyectamos sin palabras, con la imagen, con nuestros movimientos, con las formas y las maneras de estar.

El lenguaje no verbal, los silencios y en realidad las carencias a veces también hablan.

Si tenemos la enorme suerte de contar con uno de nuestros sentidos más preciados, tratémosle con suavidad. Miremos bien. Seamos pacientes, detengámonos en los pequeños rasgos, en las fisuras y en las angostas esquinas. Hagamos luz donde hay tinieblas y apartemos el velo de delante de los ojos para apreciar lo que tenemos de forma tan simple y tan maravillosa.

Saber ver es apreciar. Valorar es estimar. Estimar nos lleva a amar sin condiciones ni esperas.

La base de todo amor es  la admiración y qué mejor podemos admirar que viendo.

Mira más allá de los que tus ojos ven. Déjalos volar, que paseen solos por los sueños y te devuelvan la visión de lo que nunca imaginaste siquiera.

Los ojos que te ven miran dentro.

Tus ojos deben mirar el fondo del alma también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario