Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 3 de marzo de 2018

OBSERVAR SIN EVALUAR



No estamos acostumbrados a observar sin evaluar. Rápidamente aparece el juicio cuando miramos algo. Nuestros ejércitos de prejuicios, creencias, valores y contravalores se ponen en guardia, a la mayor brevedad, para construir un juicio que permita asimilar lo que observamos como cercano a nosotros o rechazarlo por lo contrario.



Nos han enseñado, y lo hemos aprendido muy bien, el arte de la crítica. Impresiones que no siempre se acercan a la sensatez  o la cordura y, que en muchas ocasiones, pasan el filtro de lo coherente por encajar en lo que somos.

No estaría de más aprender esta herramienta también. Observar. No emitir juicios. Obtener datos. Aplicar el ojo plano. No calificar. No condenar.

Muchas veces,  hacemos lo contario con tanta rapidez que no medimos las consecuencias, ni las equivocaciones, ni el posible margen de error. Nos dejamos llevar por el ánimo alterado, por la distorsión de los recuerdos, por la asimilación con situaciones parecidas… y nos confundimos.

Encontré estas reflexiones. Las comparto.

“…Puedo aceptar que me digas
Lo que hice o lo que no hice.
Y puedo aceptar que lo interpretes,
Pero, por favor, no mezcles las dos cosas.

Si quieres confundir cualquier cuestión,
Puedo decirte cómo hacerlo:
Mezcla lo que yo hago
Con tu reacción por ello.

Dime que te decepciona
Que dejé las cosas sin terminar,
Pero con llamarme “irresponsable”
No me vas a motivar.

Y dime que te sientes dolida
Cuando no acepto tu insinuaciones,
Pero al decirme que soy un hombre frígido
No mejoras tus perspectivas.

Sí, puedo aceptar lo que me digas
Lo que hice o lo que no hice.
Y puedo aceptar que lo interpretes,
Pero, por favor, no mezcles las dos cosas.

                              Marshall Rosenberg

Del Libro: “Comunicación no violenta”.

          No vale de nada calificar o descalificar de inmediato. Es más práctico y motivador explicar los hechos tal y como son. Pero sobre todo, comentar cómo nos sentimos con ellos, expresar nuestras necesidades y dejar que siga el curso de los acontecimientos.

Lo que nosotros no podemos cambiar en ninguna persona, la propia vida lo reconducirá.

             Nadie puede trasladar su experiencia a nadie en forma de resultados pretendiendo que la otra persona los asuma como propios. Cada uno debemos tener los nuestros después de vivir lo que otros quieren evitarnos.

Observa. No juzgues. Expresa tus sentimientos. Comenta tus necesidades. 

Comprende.

 Suelta.

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