Entre tu orilla y la mía
hay un universo,
De risas y rimas,
De aplausos y besos.
Entre un lado y el otro,
Un abismo de tiempo
Que salta y juega
Al son de tu cancionero.
Entre tus ojos y mi vida
Un árbol naciendo
Para dar la sombra
que cobije nuestro cuerpo.
Entre tu puerta y la mía
Un suspiro y un me muero.
Por verte a mi lado niño,
Desde la mañana
Hasta el último minuto
cierto.
Entre tu frente y la mía
Un sinfín de pensamientos
Que vagan desde lo posible
A lo efímero y traicionero
Y en la cuchara de la sopa,
En el mantel y en el
puchero
En todo te veo siempre
Con tu sonrisa franca
Y tu insólito miedo.
Duerme tranquilo al son
De la nana de un “te
quiero”
Que amar no es pecado,
Si con el amor no hay enredo.
Y no enreda la brisa suave
Ni el viejo cierzo,
ni el propio viento,
Que enredan las malas
lenguas,
Y lo retorcido del
pensamiento.
Entre tus lágrimas y las
mías
Entre esa mirada y mi
miedo
Hay un mundo entero de
silencios.
Niño hecho de suaves
anhelos
Cántame esa nana del “te
quiero”.
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