Hoy miraba a un cielo
salpicado de nubes de color azul grisáceo al atardecer. Me sentí llena de esperanza
y me sentí bien. Fue un instante. Un leve soplo de aire fresco. Un mínimo sorbo
de paraíso que expandió el alma.
Hay tiempos de espera complicados porque parece que la
esperanza apenas asoma detrás de nuestras dudas. Hay tiempos de esperanza
alados que vuelan solos a través del miedo. Hay tiempos de espera ansiosa por
consumir glorias y tiempos de espera amarga por no querer que llegue el final
de lo último.
Cuando uno espera y espera, llega un momento que te olvidas
la emoción que en un principio empujaba esa esperanza. Queda el silencio junto
a ti y la mansa sensación de doblegarnos ante lo que no termina de sentarse a
nuestro lado.
Lo peor de los momentos de espera es que la mayoría de las
veces no dependen de nosotros. Si una meta te implica por completo puedes dar
lo mejor de ti y más; puedes darlo todo y llegar. Pero cuando el motivo de la
espera está fuera de tu control, entonces terminas por dejar tu esperanza
posada en el regazo de la impaciencia y comienzas a sentir que lo mejor que se
puede hacer es tomar sorbo a sorbo lo que llega.
A pesar de todo, la sensación que por un segundo noté hoy
merece la pena.
Un
instante de dulce esperanza. De creer que verdaderamente en lo que me queda de
vivir está parte del sentido de mi vida. Y que sea como sea, aún será.
La
intuición me dice que a pesar de todo, también, seguro que tenemos un momento
de gloria esperándonos aún. Y que por más que dudemos nuestro pódium sigue
vacío hasta que nos subamos a él.
Un guiño
para el futuro con nuestra más delicada sonrisa.
Delicioso. También yo miré el cielo de madrugada. Mirando hacia el Este vi el lucero del alba tan inmenso y quieto que provocó un leve movimiento en mi corazón, quizás sea también la esperanza vibrando el instante. Muchas gracias, nueva coincidencia en sintonía. Saludos
ResponderEliminarMi querida Xara, en principio GRACIAS por participar. Este problema de la publicidad no deseada ni puesta por mi parte, está siendo un problema. La gente ha dejado de poner comentarios lo cual es muy penoso para mi, y creo que para todos, porque se enriquecían mucho las reflexiones.
ResponderEliminarLa sintonía se lleva en el alma...en la conexión que tenemos unos con otros y que viene de antes del antes que conocemos.
Los que hemos llegado a este rincón...sin duda, es por algo.
Un beso lleno de esperanza***
Tengo un programa para evitar en un porcentaje muy alto, la publicidad. En cuanto pueda te lo paso. Un abrazo
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