Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 19 de octubre de 2015

EL SUEÑO DE OTRO



¿Te has preguntado alguna vez si todo esto que nos ocurre y tú mismo podría estar siendo en el sueño de otro ser?...Y si todo es una fantasía onírica en la que vamos de un lado a otro, al vaivén del soñador?  


Comenzamos la semana poniendo el acento en un destino que se renueva constantemente, en una historia que aun siendo nuestra puede pertenecer a otros; sabiendo, eso sí, que aun manejados por los hilos de un hado desconocido, siempre podremos elegir.

Sean como sean tus circunstancias, puedes decir NO o Sí cuando realmente quieras.

Cambiarás el sueño…pero serás libre dentro de él.
Os dejo un cuento breve al respecto.


Una hermosa tarde anegada de sol, un dignatario se había aventurado por los senderos escarpados del valle profundo donde Zhuangzi había fijado su domicilio. El mandarín, brillante letrado que había superado todos los sucesivos exámenes y había obtenido un puesto de consejero junto al rey de Wu, deseaba plantarle al viejo maestro una pregunta sobre el Tao, con la esperanza de respirar los efluvios de lo Indecible.

La choza estaba desierta, la puerta abierta de par en par. Unas huellas muy recientes de sandalias conducían a una pradera en pendiente. El dignatario las siguió y descubrió a Zhuangzi dormido a la sombra de un viejo árbol nudoso, con la cabeza sobre un cojín de flores campestres. El letrado tosió suave y repetidamente, y el sabio abrió los ojos.

-Maestro, perdóname por perturbar tu reposo. Vengo de muy lejos a interrogarte sobre el Tao.

-No sé si podré contestar –respondió Zhuangzi frotándose los ojos.

-Venerable, tu modestia te honra.

-No, eso no tiene nada que ver. A decir verdad, ya no sé nada, ¡ni siquiera sé quién soy!

-¿Cómo es posible? –preguntó el mandarín desconcertado.

-Oh, es muy sencillo –prosiguió el viejo taoísta, con aire soñador-. Figúrate que hace un momento, mientras dormía, he tenido un extraño sueño. Era una mariposa que revoloteaba, embriagada por la luz y el perfume de las flores. ¡Y ahora ya no sé si soy Zhuangzi que ha soñado que era una mariposa o una mariposa que sueña que es Zhuangzi!

Y el consejero del rey de Wu, boquiabierto, se inclinó profundamente y volvió sobre sus pasos, rumiando estas palabras enigmáticas con la esperanza de extraerles el jugo.

2 comentarios:

  1. "El sueño de otro"...; la mente engañosa que pone fuera lo que está dentro de nosotros. Yo creo que somos lo soñado y quien sueña. Integremos nuestras partes no reconocidas y entonces comprobaremos que somos el Todo y también la parte.Buenos días bella Flor, dulce Nata

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  2. Qué bonito comentario! Grcaias Xara! ha sido lo más reconfortante que me ha sucedido en un mal día como el de hoy.
    Absolutamente de acuerdo contigo. Integrar las partes y sentirnos UNO con todos, con todo.
    Un beso***

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