Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 14 de julio de 2015

NO CAMBIES TU MIRADA...



Hoy vamos a reflexionar sobre la necesaria forma de saber mirar con amor.

Lo que realmente aporta el matiz es el amor. Sin él, lo que parecía bello se normaliza, lo que admirábamos deja de importarnos, lo que nos hacía vibrar se pierde en la lejanía…todo aquello que parece movernos, se paraliza y hasta se hiela la sangre con los motivos que antes aceleraron su ritmo.

Vestir la mirada de amor aporta el mejor olor, el mejor sabor, la mejor razón, el mejor motivo, la mayor fuerza y la mejor decisión pero sobre todo, la certeza de estar en el centro de la diana.
Este breve cuento puede ayudarnos a pensarlo.

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El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa.

Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar que la madre de Sabina estaba enferma. Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre.

A su regreso, el rey fue informado de la situación.

-¿No es maravillosa?-dijo-Esto es verdaderamente amor filial. No le importó su vida para cuidar a su madre!! Es maravillosa!
Cierto día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.

-¡Parecen ricos!-dijo el rey.
-Lo son- dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su amado el último durazno.

-¡Cuánto me ama!-comentó después el rey-, Renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta.¿no es fantástica?

Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.

Sentado con su amigo más confidente, le decía:
-Nunca se portó como una reina…¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida.

https://cantardebardo.wordpress.com/2007/12/20/la-mirada-del-amor-j-bucay/

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