Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 29 de marzo de 2015

VIAJE A ÍTACA




Iniciamos hoy una saga de pequeños retazos viajeros a través del interior. Un recorrido narrativo por las vicisitudes de uno mismo en contacto con el camino.

         Lo importante nunca será el destino, nunca la llegada, nunca la tierra conquistada. Lo importante será el trayecto, la travesía jornada a jornada, el recorrido y los encuentros. La senda y su soledad. Las victorias y las derrotas. Las glorias y las miserias.

         Comenzamos con el conocido “Viaje a Ítaca” de Kavafis que dará nombre a esta sección nueva de los domingos de forma alegórica.

Espero aprender junto a vosotros a disfrutar de este itinerario al epicentro del ser mismo, en el cual, nuestro protagonista, Owen, partirá de un hipotético lugar sin nombre y se dirigirá a un destino lejano e impreciso de ecos legendarios y gloriosos.
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Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.


Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.

Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.


Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.

Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.


(Viaje interior, conversaciones con uno mismo, con el viajero interior y con los errantes que se encuentre en el camino.)

C. P. Cavafis. Antología poética.
Alianza Editorial, Madrid 1999.

Edición y traducción, Pedro Bádenas de la Peña

2 comentarios:

  1. Buen día, amiga Flor y tripulación. Hoy me ha emocionado especialmente esta nueva sección, pues del espíritu viajero que me acompaña en esta travesía me propone viajar... por fuera y dentro de mí misma, hoy es mi cumpleaños y celebro 53 años de viaje que traducidos al centro de mi alma, han sido una bendición. Me congratulo por este rincón, regalo del cielo y pido, eso sí , que mi viaje continúe en un sin fín de aventuras (ahora en calma) rumbo a la Luz. Muchos besos

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  2. Felicidades mi querida Xara! Qué bonita coincidencia esta nueva sección con tu particular viaje interior y el comienzo de un año nuevo para ti! Siempre coincidimos en una misma sintonía y en un mismo momento. Nada es casual. Que disfrutes de tu día y de este viaje que comenzamos rumbo a la luz!

    Muchos besos un abrazo inmenso y una flor para ti!

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