Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 4 de marzo de 2015

CARRETERA VACÍA



“…Caminaba con mi padre cuando se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: "¿Oyes algo más que el cantar de los pájaros?" Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: "Sí, es el ruido de una carreta." 

         "Eso es" - dijo mi padre - "Es una carreta vacía." Pregunté a mi padre: "¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?" Entonces mi padre respondió: "Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía esté, mayor es el ruido que hace."

        Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y echando de menos a la gente; o a aquellos que no pueden estar sin el estímulo de un televisor o del móvil que impiden todo tipo de diálogo, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace".


         Efectivamente, cuando hablamos demasiado observamos poco, decimos lo inconveniente, regalamos lo que debe estar dentro y nos equivocamos constantemente. Ruido y ruido vacío, la mayoría de las veces.

Nos empeñamos en escuchar para responder y no en oír para comprender al otro. Estamos deseando que alguien nos cuente sus penas para que sean trampolín de las nuestras. No dejamos a los sonidos del alrededor entrar en nosotros; atropellamos con nuestras ganas de ser considerados sobre todos las cosas y dejamos, poco a poco de escucharlo todo.

“Cuánto más vacía esté la carretera…más ruido hace”. 

No lo olvidemos.

1 comentario:

  1. "Quien habla mucho, duro y seguido, le gusta escucharse, es bien sabido."

    El Marqués

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