Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 10 de febrero de 2015

¿POR QUÉ NOS JUNTAMOS O SEPARAMOS?



Formamos una gran familia cósmica en la que el único lazo de parentesco es el amor. Nos reunimos, nos reconocemos, nos separamos y nos añoramos.

Tal vez en algún momento fuimos uno, y quizá volvamos a serlo en un futuro. Leí que el Universo nació al fragmentarse tras un Big-bang, y que cíclicamente se contrae y se expande.

Tal vez las almas que los habitamos surgimos de ahí y pasamos por un proceso semejante. Tal vez las almas gemelas son parte de un mismo espíritu, que se separan para evolucionar individualmente, y que después se buscan en la Tierra. Cuando ambas alcanzan un mismo nivel de conciencia se equilibran y se unen para siempre. Vuelven a ser una.

Las almas gemelas se reúnen y se separan...temporalmente. a veces se aman, otras se dañan, siempre se enseñan, establecen vínculos de amor y también de dolor para mostrarse el triunfo del amor sobre cualquier otra emoción.

Y cuando se han enseñado lo que debían, cuando se han ofrecido cuanto debían ofrecerse, cuando ya realizaron el trabajo que eones de tiempo antes acordaron realizar...entonces quizá -pues no lo sé seguro- deben separarse para preparar el próximo encuentro, tal vez siglos después. Y en una próxima reencarnación se reúnen de nuevo para ayudarse en su evolución.

Si en uno de sus encuentros hay desarmonía, deben separarse hasta que el alma menos evolucionada esté lista para atrapar a la otra. Se separarán cuando ya no puedan aportarse nada más y su separación sea necesaria para continuar evolucionando.
  
¿Cómo reconocerla? Al mirarse a los ojos. Cuando ambos apenas se rozan, es del todo imposible no darse cuenta de que algo trascendente ocurre. Creo que entre ambos ocurre algo muy especial, una complicidad que comparte experiencias del pasado. sin una explicación, ambos se atraen y se resultan muy familiares.

Y cada uno lo sabe todo acerca del otro y siente que ha terminado una larga espera. y por supuesto, una cierta telepatía entre los dos y la intuición de reconocerse el uno para el otro. En dos palabras: Intimidad y complicidad.

RAIMON SAMSÓ ("Dos almas gemelas")

5 comentarios:

  1. Mi alma gemela renació en un lucero lejano...me conformo con observarla en las noches estrelladas.

    ResponderEliminar
  2. Estoy segura que en las noches sin estrellas también está. No puede ocultarse la luz tras la sombra, ésta siempre vence!

    ResponderEliminar
  3. Acariciaré su piel de estrella.....un dia no muy lejano...!

    NN

    ResponderEliminar