Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 13 de mayo de 2014

FRUTAS DULCES



En una ocasión caminaba un monje budista por un sendero, el cual era muy estrecho y en su borde se abría un largo desfiladero. En la mañana estuvo lloviendo y el suelo estaba resbaladizo. El monje muy a pesar de su andar cuidadoso, no pudo evitar resbalar y caer por el borde del camino. Por lo inclinado del barranco el monje rodó un largo trecho ladera abajo. Con dificultad logro aferrarse a una pequeño arbusto y detener su caída. Desde arriba un campesino que vio al monje caer, corrió hasta el borde del precipicio y pudo distinguir a la distancia el monje aferrado al arbusto.
La situación era difícil, pues subir no era nada sencillo por el ángulo tan vertical del barranco. Bajar era aun peor, pues a los pies del monje había más de un centenar de metros de caída. El monje con mucha calma miro hacia abajo, luego miro para arriba y vio al campesino; luego miro a su alrededor y vio una pequeña planta de fresas, con unas cuantas frutas. Extendió un brazo y tomo una fresa, luego la llevo a su boca la comió y comenzó a reír.
El campesino viendo desde arriba le grito:
-Oye! ¿De qué te ríes si estas en aprietos, no veo como vas a subir desde allá; y bajar es aún peor, podrías morir; yo estoy aquí y no sé cómo ayudarte, pues no tengo una soga y cuanto puedes aguantar allí colgado hasta que yo valla por ayuda? .... ¿Cómo te puedes reír en esta situación? ....

El monje desde abajo, miro con mucha calma al campesino, y sin dejar de sonreír le respondió: "Es que la fruta esta dulce"…

Este relato zen... Nos pide reflexionar en el hecho de que por más apremiante que nos parezca una situación, aun cuando tengamos los pensamientos negativos, y creamos que vamos a caer... Podemos encontrar una dulce fruta que nos haga sonreír...

Así que si tenemos un "problema" extendamos el brazo y busquemos una fruta dulce... ¿Cuántas veces, de algún modo, la vida nos brinda dulces frutas para probar, y así endulzar nuestra vida cuando más creemos que las cosas están amargas?... Una sonrisa del ser amado, para olvidarse de la deuda.... El pastel de chocolate que tanto nos gusta como postre para olvidarse de aquellas cifras que no cuadran....la llamada de un amigo para invitarnos a tomar un café cuando nos agobia una pena...  busquemos y veremos más de un "arbusto" ofreciendo dulces fresas...

( Compartió: Ramón Briceño Morales)

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