¿A quién no le gustaría lanzar un S.O.S desde el corazón muchas veces?. Sería estupendo que existiese un lenguaje tipo morse que solamente fuese dirigido de corazón a corazón. Qué pudiésemos mirarnos al cruzarnos por la calle y sin palabras entender lo que nos pasa a cada uno, enlazar la corriente de energía que emana nuestro centro y comunicar nuestras necesidades al otro, solo con estar cerca.
Posiblemente, si al pasar junto a otra persona ésta entendiese nuestras penas, lo que nos asusta, lo que hemos perdido, los anhelos o las tristezas…podría lanzar sus lianas de afecto a fondo perdido y conseguir que quedásemos atrapados en el efecto colchón de ellas. Al igual que nosotros nos veríamos capaces de ayudar a otros.
Lo genial de todo esto sería poder hacerlo sin palabras, sin necesidad de aparentar ser ni posicionarnos para atender. Libre y abiertamente, de forma etérea e inconsistente…como si se tratase de una corriente mental que pasase de una cabeza a otra, de un pecho a otro, de un espíritu a otro sin necesidad de materializar nada.
A veces sueño que esto es posible y cuando miro a los ojos a alguien que pasa a mi lado pienso que tal vez yo pudiese suponer para él o ella, su alivio, su consuelo, su remanso de paz buscada durante tanto tiempo. Otras veces, cuando miro y me devuelven la mirada atisbo que son ellos los que podrían serlo para mí. Todos podríamos ayudarnos con el lenguaje del corazón si fuésemos capaces de aprender a comunicar sin decir y a advertir sin explicar, a comprender sin exponer. Si lográsemos ver más allá de las apariencias, a través de las capas de la materia y por debajo de ella.
Cuando vuelvo a pensar cómo hacernos entender desde el corazón también me asalta la idea de que hay personas ciegas para los sentimientos y que no son capaces de penetrar en la piel del afecto, casi siempre porque ellos mismos han tenido un vacio importante en ello, y entonces pienso que habría que inventar otro vínculo reconocible por todos.
Así…me imagino contar con un lacito de un color a precisar (cada uno puede cerrar los ojos e imaginar qué tonalidad podría tener)…para indicar al mundo las ganas de amar, la necesidad de ser querido o la disponibilidad de dar afecto que estamos dispuestos a ofrecer.
Estoy segura que la iniciativa tendría éxito porque muchas veces uno no tiene valor para decir lo que necesita, lo que le gustaría o las ganas inmensas de querer que le acompañan.
¡!Feliz comienzo de semana!!
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