Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 15 de octubre de 2012

LA BURBUJA DE LUZ

El pasado fin de semana estuve conversando con una amiga que practica Reiki sobre cómo defendernos de las personas tóxicas.
 Efectivamente, muchas personas que frecuentamos son verdaderas toxinas para nuestro ánimo, gentes con el lamento perpetuo sobre sus labios, con el corazón encogido de tantos miedos y sobre todo con una enorme agresividad que vierten sobre los demás en señal de autodefensa.
Además de estas personas hay otras que son especialistas en dejarte sin energía. Muchas veces estamos con determinados seres que al marchar nos dejan la sensación de estar vacíos, cansados y llenos de fatigosa debilidad. No puede ser casual que siempre lo sintamos con ellos, ni tampoco lo es que éstos mismos permanezcan siempre dispuestos a expandir su manto sobre nosotros para nutrir su potencial en base al nuestro.
Por último, entre las personas que pueden sernos adversas incluimos a aquellas que sin saber por qué muestran una animadversión hacia nosotros por lo que nuestra respuesta no sigue un camino distinto. Mutuamente y sin saber por qué, no nos caemos bien. Hay una alquimia en el ambiente que rodea a ambos que parece repeler cualquier posibilidad de acercamiento.
Nada de esto pasa sin un motivo, sin una razón. Y si descubrirla puede llevarnos un dilatado tiempo, al menos, habrá que defenderse de las consecuencias que pueda tener en nuestro equilibrio diario de forma inmediata.
En un punto determinado de la charla, me propuso que imaginase una burbuja de luz y que me cubriese con ella; una especie de escudo protector en el que solamente brillase la luz de mi interior y en el cual no dejase pasar ni un solo ataque externo evidente o sutil. Pero antes de expandir mi particular burbuja sobre mí, me indicó la necesidad de revisar la calidad de ella, sus debilidades, roturas o quiebros para repararla, si es preciso, y que cumpla su misión sobradamente.
Recubrí mi persona con ella…y encontré unos círculos más debilitados y transparentes…por lo que me puse a repararlos inmediatamente antes de volver a confiarme dentro de su brillo, como el lugar más seguro para defenderme de quienes incluso sin querer, tiran de mi espíritu y lo debilitan.
Es muy sencillo expandir nuestra burbuja. No solo nos protege, también nos invita a la calidez de un lugar propio lleno de esplendor y serenidad.
Podemos probarlo cada vez que sintamos la necesidad de un sorbo de paz.

4 comentarios:

  1. Me encanta la idea. Mañana sin falta será lo primero que haga antes de salir de casa, formaré mi escudo de luz, esa será mi tarea para fluir en paz.
    Un besito y muchas gracias!!!

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  2. Xara antes de usar la burbuja como escudo, revisa la tuya, céntrate en cómo es y si su fortaleza te permite usarla desde un principio...si no es así repárala con tu fuerza mental y entonces...sal a la calle bajo ella...es una maravilla!!
    Besos guapísima!!

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  3. Mi burbuja, inmensa como el universo, cobija a todos...además es invisible: en ella vives tus sueños de luz..!



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  4. Gracias mi querido anónimo...por cobijarnos a todos y por dejar que mis sueños vivan en ella!!! ***

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