Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 13 de agosto de 2012

MADUREZ

Lo que se aprende en la madurez no es mucho quizá…pero sí complejo. En ese momento, cuando la vida va pidiendo un reposo tranquilo nos toca aprender cosas difíciles. No se trata de adquirir habilidades, destrezas e informaciones, sino que aprendemos sobre todo a poder caminar junto a la tristeza, a llorar sin avergonzarnos, a sentir a pesar de las posibilidades o a levantarnos de nuevo tras las caídas.
No aprendemos, por tanto, cosas sencillas. El mejor aprendizaje es espontaneo. Se produce cuando uno aprende a sufrir y con ello aprender a hacerlo acaba siendo conocer el camino para sortear las dificultades en vez de evitarlas.
Se aprende a incurrir, cada vez menos, en conductas autodestructivas, a no dilapidar energía a causa de la ansiedad. Se descubre también cómo dominar las tensiones, así como se llega a la conclusión de que el resentimiento, la ira o el rencor se encuentran entre las drogas más tóxicas.
Aprendemos a eliminar la autocompasión cuando entendemos que el mundo adora el talento pero recompensa el carácter y nos esforzamos por construir una fortaleza en el corazón capaz de defendernos hasta de nosotros mismos.
Llegamos a la conclusión de que los demás, en su mayoría, no están ni a favor ni en nuestra contra, muchas veces, sino solamente encerrados en ellos mismos con sus propios problemas y dificultades.
La madurez nos permite llegar a la mejor de las sabidurías, a entender al fin que por grande que sea nuestro empeño en agradar a los demás nunca llegaremos a gustar a todo el mundo y siempre habrá personas que no nos quieran.
Por eso hacerse mayor resulta, en el fondo, tan gratificante porque supone comenzar a aceptar que el mundo no está hecho a nuestra medida pero que en realidad somos nosotros los que tenemos la medida de nuestro mundo. El resto es competencia de los demás.

3 comentarios:

  1. Cuando hablas del mundo, supongo que te refieres a la civilización humana..., si efectivamente el "mundo" es competencia de cada uno, démonos cuenta de la gran variedad de mundos en un sólo planeta. Yo soy el mundo y mi relación con él, es decir conmigo misma.La madurez se alcanza cuando aprendemos que el soporte para nuestro pequeño "mundo", es esta Tierra bella que tanto nos da. Lo demás son aprendizajes espontáneos y no tan espontáneos. Aprendemos unos de otros, se escriben libros, nos transmitimos sabiduría que sólo entendemos cuando hemos logrado alinearla con nuestra experiencia, y mientras tanto el tiempo nos marca la hora que se acaba.
    Un besito y gracias mil y una vez más por tus sabias reflexiones!!!

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  2. Fantástica entrada!!
    La he leido atentísima porque me ha perecido fruto de una persona inteligente y sosegada.
    Gracias.
    Besos.

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  3. Gracias Xara, gracias Ohma!!! efectivamente siemre aprendemos...a veces nos parece tarde...aunque nunca lo es.
    La capacidad para querer abrazar los cambios que se suceden tras los arendizajes es lo que nos mantendrá vivos por siempre, hasta el último instante.
    Un beso enorme de la que está aprendiendo a madurar!

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