Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 12 de abril de 2012

SEGUNDA OPORTUNIDAD

Todos nos merecemos una segunda oportunidad. El ordinal que acompaña al sustantivo podría ser otro. Tercera, cuarta…porque la vida no termina en el primer intento y porque a veces, ni siquiera ese intento inicial nos ha permitido.
Cada uno de nosotros ha pasado por su peculiar escuela de la existencia. Con los baches que le han servido para aprender, con las ausencias que han horadado su alma, con las posibilidades perdidas o las oportunidades desaprovechadas. Todos hemos dejado algo por hacer de aquello que nos gustaba. Algo que ha quedado inconcluso, algo pendiente que en cualquier momento puede retomarse.
Una lectora de nuestros artículos, me ha sugerido el tema de volver a los estudios en la tercera edad. Realmente es maravilloso el deseo de aprender en cualquier momento porque la vida no termina ni aún terminando. Volver a la universidad es comenzar de nuevo. Aporta la sensación de poder abrazar, otra vez, nuestra  juventud y con ella, toda la explosión de expectativas que esa edad aporta.
Nunca es tarde para empezar aquello que quedó pendiente si de verdad está anclado en el corazón y pugna por llenar su espacio. Cuando nos dedicamos a lo que sintoniza con lo que somos, cuando estamos inmersos en los conocimientos que mueven nuestra alma, el tiempo se esfuma, cobra otra dimensión en la que parece no transcurrir y se disuelve como polvo de estrellas dejando una estela imposible de sustituir.
Uno de los actos más nobles que podemos acometer es volver a lo que nos apasiona, terminar lo que siempre quisimos y hacer de cada instante que podamos gozarlo, un momento único que debe darnos las claves para seguir añadiendo más vida a la vida que aún nos queda.
Sin dudarlo, comenzar de nuevo es un sagrado empeño que de cualquier modo dará plenitud a nuestro corazón, de nuevo.

4 comentarios:

  1. AVANTI!
    No te des por vencido, ni aun vencido, no te sientas esclavo, ni aun esclavo; trémulo de pavor, piénsate bravo y arremete feroz, ya mal herido.
    Ten el tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
    no la cobarde estupidez del pavo
    que amaina su plumaje al primer ruido.
    Procede como Dios que nunca llora; o como Lucifer, que nunca reza; o como el robledal, cuya grandeza necesita del agua y no la implora...
    Que muerda y vocifere vengadora,
    ya rodando en el polvo, tu cabeza!

    PEDRO BONIFACIO PALACIO

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado recordar este poema de tanta fuerza, de tanta garra como es el de ALMAFUERTE!!...gracias por dejarlo aqui, en nuestro rincón de esperanza!!
    Un inmenso abrazo

    ResponderEliminar
  3. Volver a empezar es el diario de toda nuestra vida,es lo unico por lo que vale la pena vivir y no pasar a ser parte del monton de vidas huecas que ruedan por el mundo,si todos dijeramos hoy tengo la oportunidad de deshacer lo malo y repetir lo bueno de ayer este mundo cambiaria,como en el anterior articulo decias -hoy un pequeño triunfo-pero maya siempre intenta destruir y acomete con mas fuerza y nosotros con nuestro orgullo le damos mas fuerza-un poco de amor y decir/decirnos a si mismos -vuelvelo a intentar porque hoy al despertar Dios te ha dado otra oportunidad saludos desde veracruz

    ResponderEliminar
  4. Amigo de Veracruz, el eco de tus palabras es un fructífero alimento para la voluntad y la estima propia.
    En ese impulso que debe naer de dentro está la clave para seguir siempre vivos mientras la vida nos aliente. !Qué triste pena morir a cada instante por no acometer el día a día con el valor necesario!!.
    Siempre se puede. SIEMPRE.
    Un abrazo cálido y mi gratitud

    ResponderEliminar