Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 29 de mayo de 2011

Vida de Galería

Siempre que aparecen en los medios, príncipes, princesas, reinas madre, reyes y todos los que continuamente tienen que estar en actos de sociedad, me pregunto qué sentirán a diario en ellos. Si su aparente ausencia de problemas no conlleva otros mayores, si ese estado de bienestar perpetuo, que parecen protagonizar, no es sino una pantalla demasiado opaca para poder ser ellos mismos. Me pregunto si cada mano que estrechan, cada sonrisa que esbozan, cada asentimiento que manifiestan no es sino un acto obligado del que están deseando escapar. Pareciese, con ellos, al igual que con los ídolos musicales o los actores y actrices de cine, que su vida está esenta de todo aquello que nos sucede a los comunes mortales. Da la sensación de que nunca les duele la cabeza, ni sus muelas les molestan, ni están deprimidos, ni les ataca una gripe, ni siquiera les haga daño los zapatos. Tenemos la impresión de que son ajenos a lo humano y cercanos a lo divino...por eso, en un ímpetu rápido de lógica envidia quisiémos que de alguna forma nos sucediese lo mismo. Sin embargo, y a pesar de que estas gentes puede no tener problemas de hipotecas, de saber cómo llegar a fin de mes, de arreglárselas para pagar los móviles, los seguros, las contribuciones, la ADSL o la declaración de la renta, tienen otro mucho más pesado y definitivo, no poder ser ellos mismos a lo largo del día, no tener ni la oportunidad de expresar lo mal que se sienten, no poder encontrar el modo de mostrarse enfadados, molestos o con un mal día, si es que lo tienen. Es como estar expuestos en un escaparate gigante todo el día, a merced de los ojos que les miran, tratando de no mostrar lo que de humanos les queda y sobre todo, ocultando hasta la saciedad las miserias que les afectan como a cualquiera de nosotros. Alto precio para una vida tan corta. 

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