Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 10 de marzo de 2022

CUANDO MIRAS ATRÁS

 Lo hacemos con demasiada frecuencia, pero siempre que vamos al pasado encontramos un “yo”  congelado con imágenes detenidas en el recuerdo; con sensaciones aisladas sin contexto.

 

Quedan retazos que dan  el significado final a todo. Hacemos un resumen en base a trocitos, buenos y malos.

 

No sabemos, en realidad, la dimensión que tuvieron los hechos porque muchos de ellos, nuestro inteligente cerebro, prefiere guardarlos en lo profundo del subconsciente.




 

Nos confunde la sensación de un tiempo que ya no controlamos. Se desdibujan las caras, los edificios, los paisajes, las palabras…se retuercen y buscan acomodo en el desconcierto de la imprecisión de lo que aparece después del paso del tiempo.

 

Mirar atrás nunca es eficiente si no es para aprender de los errores. Para no repetirlos, lógicamente. Para no caer en la estupidez de volver a ser quienes ya no somos.

 

Nada es permanente. Ni una sola célula, de las que nos componen, es a misma de hace años. Ni la ropa que nos espera en los armarios, ni la gente con la que frecuentamos la vida en la rutina de lo cotidiano.

 

La impermanencia nos obliga a no aferrarnos a los apegos. Todo cambia, todo pasa. Y si no quieres entender esto te quedarás en un limbo de nadie en el que solamente habrá mitos y leyendas emanadas de una mente desubicada y dormida.

 

Mira lo que tienes delante. Es lo que hay. Eso y la grandeza de tu fuerza interior para seguir caminando.

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