Las personas seguimos patrones de conducta muy diversos. Hay quienes se comen el mundo y en esa fagocitación se desgastan permanentemente, sin saberlo. Hay otras que pisan con cuidado por donde van y se quedan al margen de muchos acontecimientos que suponen como peligros e incluso unas terceras que se quedan en el punto medio, esperando que algo suceda sin parar de caminar.
Unas y otras tienen secretos en su interior que ni ante ellas mismas reconocen. En cualquiera de los casos deberían darse un tiempo de distanciamiento de su “yo presente” y “activo” de cada instante. Tal vez así pudiesen comenzar a descubrir las zonas oscuras de su personalidad.
¿Qué es lo que no te atreves a reconocer?¿ De qué forma escondes en ti aquello que descubres en otros que no te gusta?¿Cuándo vas a comenzar el cambio?.
Muchas veces, dejamos en blanco casillas que deberían estar cubiertas. Nosotros deberíamos ser nuestra prioridad y encontrarnos con la versión auténtica que guardamos más allá de lo evidente. Buena o mala. Héroe o tirano. Ángel o demonio. Lo que sea que seas.
Comenzamos un nuevo período. Está bien querer renovarse. Es muy reparador creer que podemos hacer algo por avanzar en nuestra historia y no solamente sobrevivir.
Podemos empezar por reconocernos, saludarnos y pasar un largo rato con nosotros para comenzar estemos dónde estemos. Ese es el lugar perfecto.
Hagámoslo.
Siempre habrá un resultado saludable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario