Y NACISTE TÚ…
Y qué decirte que no sepas,
Qué mirada regalarte,
Que no tengas,
Qué dulce recuerdo,
Aquel del día que llegas,
A mi vida, niño,
Con tu corazón de cereza.
Redondito y rojo,
Como las ansias mías
De tenerte,
En mi regazo de estrellas.
Mirando tus negros ojos
Ávidos de sabiduría
Desde la cuna a la mesa,
Siempre atento
Al alma mía
Para llenarla de certezas.
¡A ti y a tu extraña grandeza!
A esa que gozan los dioses,
En lo alto de la tierra,
En ese cielo que tú creas,
Lleno de azúcar y fresas.
¡A ti y a tu callada belleza!
A tus valores siempre rebosantes
De esa inmensa nobleza.
Felicidad para tu vida entera,
Que no cambies nunca
Ese deseo de justicia y defensa
Y que nunca cambie,
Ese corazoncito de cereza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario