Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 22 de enero de 2018

ENTRE LA ESPESA NIEBLA



Hoy viniendo por la carretera tuve que atravesar una niebla espesa. Pensaba, mientras tanto, que eso mismo nos sucede cuando los problemas nos rebasan. No vemos nada claro. El espesor de las dudas, la incertidumbre, el desasosiego se extiende en nuestra mente ocupándolo todo.

Es complejo tomar distancia. Posiblemente, cuando hay niebla se ve incluso menos así. Hay que meterse en ella para ir viendo el camino. Muy corto, muy pequeño…un trocito solamente pero suficiente para avanzar.




Lo peor ante la niebla es el miedo a no ver. Asumir que nos viene encima y nos devora. Encontrarnos perdidos, como si el rumbo se hubiese esfumado entre el espesor del vapor frío. En realidad, siempre lo que nos deja bloqueados y sin capacidad de reacción es el miedo, a lo que sea.

La luz está siempre dentro. Solamente hay que dejarla salir. Estar seguros de que seremos capaces de atravesar nieblas, lluvias, truenos y oscuridades. Estamos con nosotros y eso es como decir que lo llevamos todo encima.

Lo desconocido nos altera, muchas veces, porque nos acerca a una pérdida de control sobre lo que transitamos como rutina. Pero siempre hay algo bueno en lo malo, siempre algo de blanco en lo negro y de frío en el calor. Los extremos se tocan. Por eso, transitar entre la niebla solamente es una oportunidad para encender nuestra luz.

Enfrentarnos a nuestros miedos pequeños es todo un reto; hacerlo con los grandes es una victoria que nos instala en el poder de ser los responsables del éxito de nuestra vida. Porque el éxito y el fracaso se resumen en saber transitar la niebla; en llegar al destino, en tener uno y alcanzarle.

Hoy he pasado tranquila a través de ella. Hace tiempo, ni siquiera hubiese sacado el coche del garaje.

Todo enseña para el que tiene deseos de aprender.

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