Hoy
estoy dispuesta a contar realidades que no reconocemos como verdades.
Empecemos:
· Todos queremos más, aunque por cortesía digamos menos…
· Todos queremos ser los mejores, aunque por educación
tratemos de disimularlo…
· A todos nos gusta lo prohibido, aunque nos neguemos a
reconocerlo…
· A todos nos
encanta ser queridos, aunque queramos parecer fuertes y creamos que eso nos
hace débiles…
· A todos nos aterran nuestros miedos, aunque queramos
disimularlo para sentir la fortaleza que no tenemos…
· Todos queremos lo mejor de una bandeja, aunque tendamos
la mano a lo más pequeño…
· Todos deseamos libertad, aunque no nos atrevamos ni a
pensarlo…
· A todos nos gustaría sentirnos reinas o reyes del
corazón de alguien por un día, aunque despertásemos del sueño más tarde…
· Todos deseamos lo mismo, aunque queramos ser diferentes
diciendo lo contrario…
· No engordar y poder comer lo que queramos, dormir plácidamente
sin pastillas, encontrarnos con una sonrisa como primer saludo del día, llegar
a cualquier lugar y sentir que la gente nos aprecia y estar convencidos de que
valemos por lo que somos y no por lo que tenemos.
· Saber que por mucho que amemos nunca es bastante y que
de eso no hay medida, ni cantidad, ni color, ni sonido que pueda cuantificarlo
ni igualarlo.
Mentiras
que dadas la vuelta son verdades silenciadas en lo más profundo de cada uno.
Repasemos
para ver con cuántas de éstas nos quedamos.
¡Buen
comienzo de semana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario