Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 5 de noviembre de 2015

NO ESTAMOS PREPARADOS



Nunca estamos preparados para perder a lo que amamos. Nunca para decir adiós. Nunca dispuestos a la despedida. ¡ Cuánto daríamos por tener otra oportunidad más!. Por volver a sentir de nuevo aquella mirada sobre nosotros, por sentir el abrazo que nunca cansa, el que protege.

Cuando pienso en algunas personas que he perdido y que amaba profundamente me dan escalofríos. Cuando pienso perder otras que están en mi vida me parece situarme frente a un abismo.
Nunca somos mayores del todo porque en realidad…¿ qué es ser mayor?. 

Ser mayor siempre obliga. A tener responsabilidad, a asumir culpas, a pagar deudas, a compensar defectos, a superar miedos, a revertir fracasos, a guardar secretos, a aguantar penas o a sufrir en silencio, entre otras muchas cosas.

Cada vez se alude más al niño interior. A ese que no ha dejado de existir o que se niega a crecer. 

El niño que vive dentro reclama mucho. Mucho afecto, mucho respeto, muchos juegos, mucha ternura, mucho diálogo, mucha risa, mucho sueño, mucha verdad.

El conflicto surge cuando no le hacemos caso porque él sigue existiendo y se hace presente. 

Ese niño también está lleno de miedos. Miedo a lo desconocido, a no saber tratar la rabia, al daño que otros puedan hacer en el alma, a equivocarse y ser castigado, a los errores que descuentan, a los castigos injustos y al desamor.

Solamente hemos de darle voz. Dejar que se exprese y hacernos cargo de él.

El adulto que somos se encargará de atenderle, de escucharle y de mantener su equilibrio. No hace falta que nos apoyemos en nadie del exterior para cuidar de él. 

Eso sí, siempre viene bien que una mano amiga se encuentre disponible para jugar con él y de paso poder divertirnos todos en el mismo juego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario