Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 8 de febrero de 2013

CORAZÓN DE INVIERNO



         No sé si el corazón cambia en invierno. Hoy, al salir a la calle, he notado el frío viento sobre mi cara y hasta el alma se me ha helado. Veo a la gente dentro de sus bufandas, escondiéndose del día que comienza, como si fuese un refugio seguro desde el que enfrentarse a lo que llegue.
         Todo se encoje dentro. Parece como si el calor esponjase el ánimo y lo dispusiese para abrazar a los demás. Sin embrago, pienso en las veces que el helado saludo de la mañana o el gélido teñido de la noche han entrado con fuerza en mi interior y ni siquiera lo he notado.
         No es la climatología lo que hiela y paraliza el corazón, sino la falta de ilusión y entusiasmo cuando se quedan pegados a sus paredes para convertirlo en un parásito de sí mismo.
         Cuando uno está lleno de alegría, pletórico de sensaciones y ansioso por cumplir sueños en los que trabaja desde el convencimiento de que se cumplan, ningún invierno acampa en el abonado terreno de la euforia. La nieve se deshace de inmediato, el agua discurre rauda buscando el camino de salida, el frío huye despavorido ante tanta calidez diseminada. No hay nada que pueda paralizar los golpes de su vaivén agitado dentro del pecho.
         Uno puede manejar las estaciones del alma. No podemos hibernar durante el frío y perderemos la oportunidad de seguir adelante con nuestras metas. Eso sí, cuando hay metas.
         Lo peor es notar el vacío de no tener anhelos ni esperanzas a la vista. El no saber hacia dónde dirigir el entusiasmo ni de qué forma instalarse en la ilusión.
         Hay que tener objetivos por cumplir, sueños y aspiraciones porque por pequeñas que sean, serán lo suficiente para salir a la calle y no notar el frío.

2 comentarios:

  1. Cierra los ojos e imagina esa chimenéa crepitando en silencio y en tu regazo el amor que desde siempre te ha abrigado.

    Imagina el tórrido trópico y allí tambien el hielo quema el alma.

    ...!

    ResponderEliminar
  2. Dulces sueños los que se producen cuando uno imagina...gracias por la imagen!***

    ResponderEliminar