Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 7 de agosto de 2012

NUESTRO TROCITO DE SOL

Nada agradezco más a la vida que en mi camino me ponga gente positiva, personas llenas de esperanza que sepan mirar hacia delante con la vista abierta y llena de luz. Seres que proyectan la energía vital que les impulsa; hombres y mujeres capaces de construir siempre sobre lo que se derrumba.
Por suerte, una de esas personas me saluda todas las mañanas con un mensaje en mi móvil para recordarme que tome mi trocito de sol en el día que comienza. Me ha parecido un deseo precioso, lleno de fuerza y absolutamente impulsor de la esperanza.
La noche puede cerrar, tal vez, un día gris pero ahí está el sol con su esplendor capaz de repartirse entre todos, dispuesto a lucir de nuevo y a extender sus rayos entre quienes están esperando se bañados por su luz.
Él está siempre. Sale una y otra vez sin descanso. Nos recuerda que luce para todos y que la vida que renace bajo su magnificencia, nos espera.
Nada está perdido aún perdido. Nada agotado aún terminado. Nada definitivamente concluido aún finalizado. Porque lo único que cierra un ciclo para iniciar otro es el tránsito definitivo que nos devuelve al nacimiento en el otro lado.
Siempre podemos mirar al cielo cuando nos levantemos y pensar que aunque las nubes lo oculten, brilla por detrás de ellas y sabe que saldrá a pesar de las sombras que lo tapan.
Está ahí, para ti. Para mí. Para todos. Por eso, abramos lo ojos y atrapemos el trocito que nos pertenece. Seguramente que con él podemos alumbrar no solo nuestra esperanza, sino también la que quienes a nuestro lado no sean capaces de verlo.
Quiero seguir recibiendo ese mensaje que reaviva mi ilusión. Quisiera poder extenderlo a todos los móviles de quienes nos leen para verlos emocionados señalando en su ventana su particular trocito de sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario