Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 18 de septiembre de 2011

NO ESTAMOS SOLOS

Nada en la vida es definitivo, ni siquiera ella misma. Nada está concluido, todo se transforma e indefectiblemente y nos arrastra en su continua modificación. En ocasiones hay que empezar de nuevo. Levantarse y vestirse diferente para comenzar distinto. La vida está llena de sorpresas. Uno prefiere la seguridad del inmovilismo. El día de hoy igual que ayer, la pasividad monótona que asegura que nada cambia. Pero queramos o no, los cambios llegan y lo que amamos u odiamos, también se acaba.
No es fácil volver a empezar cuando se caen los pilares de tu vida. No es sencillo caminar en solitario por donde antes paseabas en compañía. Ni tampoco es cómodo situarnos en posiciones en las que jamás pensamos estar. Pero todo sirve al plan de evolución y mejora que cada cual tenemos trazado y sin duda, nos pone a prueba en todo aquello que hasta el momento significaba seguridad en nosotros mismos. La fortaleza, la capacidad de decisión, el valor ante el riesgo, la prudencia, la constancia y esa peculiar forma de sonreír a lo diferente nos demostrará si realmente el sendero estaba trazado o si queda aún mucho trabajo por hacer. Sin embargo, no tengamos miedo. Nunca estamos solos. Nuestros guías, los ángeles que nos protegen, aquellos que se han ido y nos amaban, los que estando aún se mantienen unidos a nuestro corazón…todos y cada uno están en nuestro interior. Basta un momento de calma. Una profunda respiración con los ojos cerrados y podremos disponer la piel del alma para sentir cómo siguen ahí, cómo nos hablan sin palabras, cómo nos miran con ternura. Hay que saber reconocer las señales que nos envían.
Mira a tu alrededor después de invocar su presencia con ese pensamiento profundo en tus adentros, cuando sea difícil continuar, cuando parezca todo perdido, cuando nos asfixie la angustia o nos queme el dolor. Mira y descubrirás que te hablan de muchas formas. Una palabra en un anuncio, un letrero luminoso con mensaje, un libro que llega a tus manos, una nueva persona que aparece en tu camino…algo te demostrará que te han escuchado y que están contigo.
Volver a empezar es así mucho más sencillo. No estás solo. No caminas a ciegas, ellos son tu luz. No encontrarás dificultad que no puedas enfrentar con éxito, porque la fortaleza que te falta será suplida con la inmensa fuerza de su estado de amor hacia ti. No temas. No te agites. No pierdas la esperanza. Ellos están en ti y contigo. No hay miedo que sufrir. Nada puede hacerte daño…y si aún no lo sientes…repite el ejercicio…con un inmenso sentimiento agradecimiento hacia los que te han impregnado de amor tantas veces. Ese amor no se consume nunca. Saldrá a tu encuentro.

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