Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 12 de julio de 2017

LO QUE NO ME GUSTA DE TI, LO TENGO YO



Me ha costado mucho aceptar esto; aún me cuesta. He llegado a la conclusión, después de mucho resistirme, de que es cierto.

Los demás son un espejo, doloroso a veces, imposible otras. 

No nos gusta ver actitudes que nos molestan, conductas que arañan lo más íntimo de nuestro ser, palabras que nos destruyen y gestos que nos desmoronan.




Siempre me he negado a creer que lo que aborrezco del otro puede ser algo que tengo en mi misma y que cuando lo veo manifestado enfrente lo rechazo absolutamente.

Por eso precisamente, no me gusta lo que en ti veo porque lo tengo yo…muy guardado, casi olvidado. Es todo lo que  no quiero recordar. 

Frecuentemente, repetimos esquemas. Los hemos aprendido en la infancia. Incluso lo que en aquel momento rechazamos más tarde, inconscientemente, lo repetimos. 

Cuando veo en otro algo que rechazo se dispara el mismo dispositivo que cuando no quiero repetir lo que no me gustó en mis padres y lo hago.

Está ahí. Esa forma de contestar, la testarudez, la envidia, la avaricia, el desafecto, el humor ácido o la forma esquiva de recibir ayuda. En nuestro interior algo conecta con estas u otras actitudes que rechazamos desde la reflexión objetiva. Inconscientemente lo reconocemos como propio en algún punto y en ese momento es como no querer ver la cara del lobo.

En ese instante, lo primero que hacemos es un juicio de valor a nuestro favor. Yo no soy así. Nunca lo seré. Odio esa forma de actuar. Lo que no nos decimos a nosotros mismos es: “algo de eso tengo yo” por eso no me gusta lo que veo.


Lo que resiste persiste. Esta es una ley universal que se cumple siempre. 


Posiblemente, ver algo en otra persona que no nos gusta puede servirnos de barómetro para encontrar nuestros puntos negros.


Si quieres mirarte en un espejo y detectar los fantasmas que te acompañan solamente tienes que observar a los demás y analizar lo que en ellos rechazamos.

El resto queda de tu cuenta. 

Aceptarlo en el otro y remontarlo en ti.

         

2 comentarios:

  1. Es la sombra, nuestro lado obscuro que nos negamos a ver, a iluminar. Y no hay quien se libre pues han sido tantas las actitudes que hemos reprimido. Somos tanto lo oculto como lo visible. Me has recordado mi trabajo personal y te lo agradezco.
    Muchos besos Flor y Nata y ... ¡¡¡Felices vacaciones!!!

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  2. Xara así es... incluso a veces nuestro lado oscuro reprimido es quien dirige nuestro comportamiento. Lo bueno es poder acceder a él y reconocerlo como nuestro.
    Todos deberíamos dejar el miedo a un lado y hacernos amigos de nuestros fantasmas.
    Encantada de verte por aquí! Feliz verano amiguita*

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