Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 20 de enero de 2016

CUANDO NADIE NOS VE



Lo que tiene valor es lo que hacemos cuando nadie nos ve. La vida social nos confunde o confunde lo que somos ante nuestros ojos. Muchas veces somos unos, en compañía y otros, en soledad.
Coordinar ambas imágenes de nosotros mismos es todo un arte, sobre todo si nos importa mucho lo social.

Las personas que viven por y para la galería nunca se encuentran consigo mismos. Se pasean de la mano de su otro yo y se acostumbran a creer que es la auténtica. Pero todos tenemos otra; una que nos reclama a solas la verdad de nuestros sentimientos y la razón de nuestro estar.

Posiblemente, uno no pueda ir por la calle a corazón abierto. La experiencia nos dice que son muchos los que están deseando abrir una zanja en él. Por eso, todos solemos guardar aquello en lo que nos encontramos más débiles, lo que nos importa o lo que nos duele. Pero también es cierto que a mí, al menos, me hace sentir mal la falta de trasparencia, la ausencia de claridad y el digo “Diego” donde dije digo.

Cuando avanza el tiempo y nos vamos encontrando con errores propios y ajenos, nos damos más cuenta cada vez de que la quietud y el silencio es el único remedio cuando no encontramos salida.

 Tiempo de estar a solas con uno mismo, de sentarnos al calor del hogar o crear uno propio dentro si no lo hay fuera. Tiempo de volver a los pilares de nuestra vida, de volver a la fuente de energía de la que podemos nutrirnos siempre.

Hay momentos en los que  a base de tolerar tanto nos rompemos por dentro. Nos hacemos añicos. Nos deshacemos como espuma sobre el agua. Y entonces hay que recoger velas hasta que los vientos sean propicios de nuevo.

Vigilarse a uno mismo. Estar atento a las tonterías que no nos gustan y dejar de hacerlas si no nos confortan.

Hay un punto de hedonismo en esta parte de mi vida. Creo que todo lo que no me haga sentir bien y pueda elegirlo, estoy obligada a hacerlo. 

Cuando nadie nos ve y nos quedamos a solas con nosotros mismos no cabe la mentira, ni el perdón gratuito, ni el bueno, sí pero no…Nos quedamos frente a un espejo desnudos. Con la conciencia hablándonos claro y a solas con la verdad.

Lo más importante sucede…cuando nadie nos ve.

Esos somos nosotros.

2 comentarios:

  1. Por estos días pensaba en algo similar cuando alguien me dijo que, no es lo mismo ser feliz a ser feliz a través de cosas, o de seres que nos proporcionen algún tipo de regocijo en el corazón... no sé que tan cierto sea eso. Ahora, me gustaría conocer tu opinión sobre qué actitud tomar frente a una persona que quisiste mucho y descubres despues de un tiempo que, te mintió? Pues, así me siento confundido; ya que mi ex pareja lo hizo y está por cumplir años y mi costumbre era enviarle un mensaje de felicitación por su fecha. ¿Qué creerías que es lo más sensato y correcto? Igual ella no sabe que me enteré de toda la verdad. Aprovecho este espacio para comentar esto porque me parece que tienes una visión de la vida muy elevada. Me encantaría conocer tu opinión. Un abrazo fraterno, y mis respetos para ti desde Chile.

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  2. La mentira te sume en la decepción, siempre. Supongo que si te cuerdas de que es su cumpleaños es porque aún significa para ti su recuerdo.
    No hay nada de equivocado en enviar ese mensaje.

    Agradece lo bueno de esa relación y si no es para ti, déjala ir.
    Seguro que la vida te reserva excelentes sorpresas.
    Lo mejor para ti.

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