Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 8 de octubre de 2014

PERDONO, PERO NO OLVIDO

Hemos oído muchas veces esta frase a la que damos siempre un sentido negativo. Parece que si perdonas tienes que olvidar. Es como si el perdón no tuviese valor entonces y quedase, lo que duele, marcado a fuego como una señal indeleble que nunca se borra. Entonces, en ese caso, hablamos de rencor y mantenemos la sensación de que la ofensa está siempre caliente en nuestro interior. 

         He mantenido durante mucho tiempo que en realidad este pensamiento no tiene ninguna consistencia real. Nada de lo que hayamos vivido, nada de lo realmente haya constituido parte de nuestra experiencia puede olvidarse. Incluso podríamos cuestionar si el olvido es posible a nivel neuronal, por tanto no tiene sentido alabar el pensamiento contrario que magnifica una actitud que no es posible, como sería “si no olvido, no perdono”.
         Lo que necesitamos conseguir es recordar sin rencor. Esto, en realidad, es lo importante y lo necesario. Lleva trabajo, cuesta mucho y es difícil, pero posible.

         Para mí es un indicador de si realmente he perdonado. Pasar por el tamiz de los afectos los hechos que nos dolieron. ¿Siguen escociendo?¿repetimos las mismas sensaciones?¿culpamos a los mismos?¿hemos llegado a comprender al otro de alguna manera?. Si las respuestas son negativas, no hemos logrado perdonar. Si logramos respondernos con algo más que un NO, entonces estamos en el buen camino y tal vez lo consigamos.

         Hay que examinarse, de vez en cuando, porque hay heridas que han cicatrizado en falso y nada más que algo nos roza en ellas vuelven a abrirse.


         Lamentablemente yo tengo varias de este tipo. Lucho y me esfuerzo en recordar sin rencor; en poder estar serena ante las imágenes que vuelven a mí. ¿Queréis que sea sincera? …aún es una asignatura pendiente.
         Estoy en ello.

5 comentarios:

  1. Orange Pipelón Sastoque9 de octubre de 2014, 22:00

    No solo que recordar con cierto rencor daña el momento y aun el dia sino que es un tormento lento que te asalta lo mismo a media noche que en medio de comida...solo basta un detalle para que salte un resorte.

    Pero no me puedo imaginar a Flor y Nata sufriendo rencor por algo o alguien.

    Saludos ..el mar en otoño es frio y algo tenebroso...será que sufre de rencor?

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  2. Orange, marinero de estrellas, solamente se puede sentir dolor cuando existe afecto...el resto no importa y si importase es un mero espejismo!

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    1. Si tuvieramos la potestad de olivadar a voluntad lo que nos daña o siplemente no nos gusta, no sería necesario perdonar a nadie, solo con "borrar" el recuerdo que no queremos, ya estaríamos en paz con nuestro corazón. Pero como éso no es posible, debemos aprender a perdonar para llegar a esa paz interiror.Tú me ensañaste a hacerlo con la técnica del "hoponopono" y tengo que agradecertelo, porque antes, yo decía que había perdonado, pero en cuento aparecía el tema, como tú dices, la herida volvía a sangrar. Pero ya sé cómo hacer para que sin olvidar, lo que me lastimaba y provocaba mi rencor, pueda verlo desde lejos sin que me dañe. por eso yo no olvido, pero si puedo perdonar.

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  3. Gracias es muy bello lo que dices en el comentario. Si se pudiese borrar los recuerdos...pero eso es imposible, por lo tanto el objetivo es no recordar con dolor y aprender a vivir con la mente y el alma abierta a sobrevolarpor encima de las circunstancias puntuales que tanto daño nos ahcen a veces y más tarde nos dan risa.
    El Hopponopono es de gran ayuda...eso sí siempre hay que CREER para CREAR.
    Gracias Myrta***

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