Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 11 de junio de 2014

¿NARANJA O LIMÓN?



Hablamos de cítricos y eso siempre nos recuerda un sabor ácido, de algún modo. Así, a veces, es nuestra mente. Revestida del aroma amarillo, retorciéndose con el agrio de sus pensamientos o, deleitándose con la fragancia del azahar.
¿Hierro o arcilla?, ¿papel o metal?...flexible o inflexible, he aquí la cuestión y el origen de muchos de nuestros problemas.
La educación que hemos recibido es determinante, junto al carácter, para poner muros infranqueables a nuestras convicciones y directrices. A veces, aún admitiendo que otras formas de comportamiento nos reportarían una mayor felicidad, somos incapaces de modificar las conductas que nos traen tantos problemas.
 Nada en exceso es satisfactorio. Ser inflexibles puede ser muy destructivo para quienes lo sufren, pero también ser excesivamente permisivo y blando acaba por demolernos a nosotros antes que a nadie.
Hay mentes dispuestas siempre para el NO y otras, en cambio, abiertas siempre al SI. Formas de pensar que ponen pegas y ven dificultades antes de encontrarlas.  Es como si quisieran preparar el camino del desastre evitando sorprenderse con lo que llegue.
En el medio de lo que se piensa y lo que sucede, de pronto, nos damos cuenta que por lo general nada es como se imagina y que la vida resuelve problemas complejísimos en un instante, sin necesidad de darles tantas vueltas.
         Por otra parte, las mentes que todo lo aceptan sin tamizar, también se equivocan y mucho. La confianza ciega nos hace tropezar y caer muchas veces. Eso sí, como no vemos ignoramos  el principio básico que evitaría el tropezón: tener los ojos bien abiertos  nada más despertar para sortearlos obstáculos y obviar a los vendedores de humo que definitivamente lograrán que además de no ver, tampoco respiremos.
Difícil sin duda el medio; ese que siempre dicen que contiene la virtud. Yo, al menos, estoy aún lejos de él pero trabajo conmigo misma para acercarme lo antes posible o acabaré intoxicada sin remedio.

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