Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 2 de agosto de 2012

EL OMBLIGO DEL MUNDO

Estamos tan apegados a nuestra percepción del mundo que no podemos sino respirar a través de ella. Somos todo uno. La existencia aparece con nosotros, las emociones viven en el interior, los sentimientos acampan a su antojo entre el corazón y el resto de los órganos que responden a ellos. Todo pasa dentro. Hasta lo de afuera se convierte siempre en fondo de armario en el interior.
Debido a ese ineludible ensamblaje que tenemos con el mundo, pensamos que éste gira en torno a nosotros. Comenzamos a sentir que somos su ombligo y como tal pedimos atenciones, deferencias y privilegios.
No entendemos que nuestra presencia es grande para uno mismo y la gente que nos ama pero que aun siendo una gota indispensable para el océano de la vida, no somos el principio y el fin de ella, salvo de la nuestra.
Debemos dejar de lado esa sensación de prepotencia con la que jugamos nuestras cartas; el orgullo estúpido que se gana tantos dolores innecesarios o la testarudez de creer que nuestra voluntad está por encima de la del resto.
Somos importantes…!cómo no!...y lo somos en la medida en la que nuestra existencia proyecta luz sobre el resto, no oscuridades.
El ego es un hambriento ogro capaz de devorarlo todo. Comienza por instalar dentro la creencia de que somos indispensables para que todo lo demás continúe y nos oculta que su misión es darnos confianza ciega en nuestra posibilidad de amar, no sólo a nosotros mismos, sino sobre todo y también al resto.
Comencemos por pensar en que nuestro ombligo nada tiene que ver con el del mundo donde nos encontramos y que si algo nos ata a este otro es precisamente participar de su naturaleza contingente y perecedera.  Conclusión suficiente para entender que la existencia, dentro de nuestro cuerpo, por larga que sea…es breve y que debemos dedicarnos a gozar de la vida siendo felices y lográndolo para otros.

2 comentarios:

  1. La VIDA pasa y nosotros que también somos Vida, pasamos por encima, por debajo, o nos fundimos en su abrazo de madre Universal. La vida dicen, nos coloca en nuestro lugar, o nos zarandea; la vida no tiene ombligo...
    Pero a veces, en la vida muchas personas sobreviven al abandono de s potencial y necesaria vitalidad, y creemos entonces, que nuestro ombligo sigue ligado a la energía que nos invitó a olvidarnos de nosotros mismos. Comprender esto, ayuda a soltarse, a ejercer la sabiduría que nos fue dada en su momento. Aprender a desaprender, ¿recuerdas?. Un beso

    ResponderEliminar
  2. Gracias Xara, efectivamente la vida no tiene ombligo. Los que creemos que lo tiene y nos colocamos en su centro somos nosotros a veces. Pero fíjate...creo que en el fondo todos, absolutamente todos buscamos lo mismo: amor.
    La próxima reflexión irá por ese camino.
    Aprender a desaprender!! ...sí es verdad,esa es la buena noticia. Si hemos aprendido, aunque sea mal o un mal comportamiento o forma de atuar, también podremos invertir el proceso.
    Un beso y un magnífico día!

    ResponderEliminar