Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 15 de diciembre de 2011

COMPARTIMENTOS DEL CORAZÓN

Los sentimientos que tenemos hacia quienes amamos, o de alguna forma queremos como nuestros, se van encajando en departamentos ajustados a su forma y contenido. Es difícil querer por igual, incluso a los propios hijos. Tampoco se mantienen idénticos afectos con los hermanos, ni con los padres, los profesores o los amigos. Pero nuestra mente, con frecuencia, racionaliza lo que sentimos y nos indica que debemos mantener un rasero para los que están en una misma línea de relación con nosotros. ¿Cómo decidirnos a  reconocer que amamos más a nuestra madre que a nuestro padre o viceversa?¿qué profesor puede asegurar que siente lo mismo por todos sus alumnos?...todos somos diferentes, cada uno vibramos con unas frecuencias distintas, respondemos, proyectamos y nos sumergimos en la vida con nuestra particular forma de ser y sentir. Por eso cada uno, necesitamos, merecemos y recibimos ráfagas de amores distintos.
Amar diferente no quiere decir cuantificar el sentimiento a la baja. Esta es la gran confusión que nos lleva a dolores intensísimos cuando los afectos se creen rivales. Podemos querer mucho a dos personas y quererlas de forma diferente a la vez. Podemos cualificar el sentimiento pero nunca valorarlo a peso. Por eso se confunden las actitudes cuando el que juzga el sentimiento está implicado en el círculo de lo íntimo. ¡Cuántas veces el esposo tiene celos de la madre la su esposa o al revés; o la madre de la novia de su hijo o al contrario!...hasta que no entendamos que nada tiene que ver lo que sentimos por unos que por otros, hasta que no comprendamos que nadie roba nada a nadie en este terreno del corazón y hasta que no seamos capaces de asumir que amar mucho no significa siempre amar bien, no lograremos evadirnos de los grilletes que pone el amor cuando atrapa y nos pilla desprevenidos. Los celos han de ser desterrados de nuestro sentir diario si no queremos vernos asfixiados en el veneno amargo de la imaginación. No pongamos límites a los que nos aman. Ellos son responsables de ese sentimiento y sabrán por qué, cuánto y cómo. No les digamos lo que deben de hacer para que ese amor sea como nos gusta. Será como deba ser dentro de la biografía personal del que lo vive y nos lo regala. No está hecho a nuestra medida, sino que está hecho de lo cada uno es capaz de sentir en cada momento. No pidamos nada. Es la mejor manera de tenerlo todo. Así, en plena libertad del ejercicio de amar es donde debemos encontrarnos con las personas que queremos y permitir que ellas tomen la decisión de cómo querernos. Nos puede gustar o no, pero en cualquier caso es lo que mejor nos dan de sí mismas para nosotros. Tal vez no tengan más que darnos o no lo puedan dar de otra manera. Pero lo que dan debe ser, por si mismo, lo suficiente para sentirnos recompensados por la vida, una vez más.
Me alegro inmensamente de estar de nuevo con vosotr@s.

2 comentarios:

  1. Me parece muy claro tu pensamiento sobre el amor, la libertad y los celos. Pensar así, implica un alto grado de autoconocimiento, porque en general, portamos desde la niñez grandes madejas de emociones sin reconocer. Los celos parten muchas veces de más, de lo mismo que venimos hablando, de la inseguridad en un@ mism@, del abandono infantil, del amor entendido como moneda de cambio, etc. Por eso cuando vemos en un pensamiento como el tuyo, clarida, lo primero que se nos viene decir es "está bien, pero en mis emociones no está tan claro, ni es tan sencillo". Sencillamente porque lo hemos complicado. El Amor, no es algo cuantificable, solamente es como una capa de pétalos de rosa que a veces sentimos sobre nuestro Ser. Es un aroma que nadie puede sentir por nosotros. Es un sentido más, asociado a los dedos de la otra mano.
    Y los celos, son una expresión de búsqueda histérica y dolorosa.
    Un beso con la alegría de poder leer de nuevo tus pensamientos.
    Xara

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  2. Xara es un placer encontrarme de nuevo con tus comentarios. Lo cierto es que amamos, como bien dices, esperando a cambio...y esto prostituye de alguna forma el altruista y desinteresado acto de amar. Los celos son sin duda inseguridad personal. El amor es de cada uno y solo cada uno pude saber cómo vivirlo o lo que entregar de sí.
    Gracias por estar ahí, siempre. Besos y buenas noches!

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