Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 27 de febrero de 2014

LA AYUDA DE LA VIDA



         La vida nos ayuda siempre. En ocasiones, cuando creemos que no podemos más y que las cosas se ponen del revés, algo hay que nos compensa o que de alguna forma, vuelve a nosotros.
         Siempre hemos dicho que la existencia funciona como un boomerang y que lo que lanzamos, nos es devuelto, a veces con creces. Yo, al menos, puedo comprobar en la mía que hay en ella muchos pasajes que cumplen una doble condición:
·       Por un lado, en algún momento, aunque solamente fuese de pasada, con un pensamiento muy rápido, mi corazón los deseo.
·       Por otro, hay momentos en los que veo una compensación a lo sufrido, una especie de regalo que de alguna forma termina diciendo que nada pasa porque sí y que lo que hoy sale de nuestro corazón regresará a él en términos de aprendizaje compensado.
Es cierto también que, a pesar de las dificultades, da oportunidades. Hay que saber esperar, estar dispuestos a mirar para ver y sobre todo, utilizar la intuición para comprender las señales que nos da y seguir su rastro.
A veces, es bueno detenerse a repasar lo que tenemos pasado y analizar cómo hemos ido saliendo, paso a paso, de las dificultades. Lo hemos hecho; por duras que fuesen, por perdido que todo estuviese, por más que el resto se empeñase en sacarnos del camino. Ese es nuestro valor añadido. La voluntad de seguir.
     Bajo estas premisas parece que la vida se traduce a una lucha continua donde se vence si se es capaz de resistir. Pero uno solamente gana la batalla si es lo suficientemente valiente para superarse. El reto es con uno mismo y no con los demás.
     Cuando entendamos esto, tal vez, en ese momento será el tiempo de la cosecha. Porque la habrá, seguro que la habrá.

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