Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 9 de enero de 2025

NO ERES TÚ...SOY YO

 Comenzamos, este nuevo año con unas reflexiones magníficas del autor, Víctor Frankl, que pueden resultarnos muy útiles.

 

Veamos…

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¿Quién te amarga la vida? ¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?...


Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.


Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.





Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.


No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.


Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.


La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella... ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.


"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino.”


Ensayo de Victor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia.

 

 

domingo, 5 de enero de 2025

Y TÚ QUÉ PIDES?...

 Hoy es una noche especial, una noche de peticiones, una noche para la magia y la fantasía, una noche en la que podemos imaginar, recrear y hacer posible lo imposible.

 

No es solamente una noche para los niños, porque tod@s albergamos un niñ@ en nuestro interior; más o menos reprimido, más o menos superado, más o menos silenciado pero está ahí…detrás de las prohibiciones que nos han hecho adultos, de los tabús, de los prejuicios, de las tristezas, las ansiedades y los recuerdos. Un pequeñ@ que, de vez en cuando, se manifiesta y nos reclama cariño, ternura y una pizca de transgresión.

 




Puede que ya no nos gusten los juguetes o sean de otra clase, los que pedimos. Puede que ya no nos brillen los ojos con unos zapatos más elegantes, un anillo más grande o un automóvil más potente…aunque los deseemos, pero seguramente no significarán tanto para nosotros como la fe y la ilusión que empuja a los que creen en la magia de “lo posible”.

 

Me gustaría que pudiésemos revertir la pregunta que da título a estas reflexiones y plantearla al revés: …Y tú que das?...

 

En Reyes solamente pedimos, pero también podemos dar:

 

·     Dar nuestra luz y buenos deseos a los que sufren, a los que están tristes, a quienes están solos y a quienes estando acompañados se sienten de igual modo; a los que se encuentran inmersos en una guerra, a los que ahora mismo están muriendo o siendo víctimas de violaciones, palizas y sometimientos.

·     Darnos permiso para dudar, pecar, caer, quebrantar, infligir, contravenir, desobedecer… pero siempre dándonos la posibilidad de enmendar, perdonar y perdonarnos, reconstruir, restablecer, reintegrar, devolver, compensar y sobre todo, volver a levantarnos tras cada caída con la intención de hacerlo mejor cada vez.

 

¡Feliz Noche de Reyes!

 

domingo, 29 de diciembre de 2024

UN NUEVO TIEMPO

 Siempre que nos acercamos a sucesos, acontecimientos o propósitos nuevos sentimos una especie de emociones encontradas y contrapuestas. ¿Será como pienso?¿Podré ser feliz cuando lo consiga?¿Por fin alcanzaré lo que tanto ansío?¿ Por cuánto tiempo podré mantenerlo?... así podríamos seguir enumerando un sin fin de preguntas que nos hacemos, sin palabras, dentro de nosotros ante retos nuevos, tiempos esperados o encuentros deseados.




 

La vida tiene un guion propio. Un devenir casual que nos arrastra muchas veces. Nuestra pericia está en saber sortear las dificultades, en reunir la voluntad y el valor para acometer los problemas y en saber mantener la ilusión y la confianza a pesar de todos ellos.

 

En ocasiones, también nos sorprende gratamente. Te regala, de forma inesperada, ángeles en forma de amig@s, fantasías en modo libros, ilusiones con nombre de viajes, historias dentro de películas, sabores dulces en palabras bellas y sobre todo, instantes mágicos que se vuelven eternos en nuestra mente a los que poder recurrir en momentos de tristeza, añoranza o vacío.

 

De cualquier forma, vivir siempre es una experiencia maravillosa a pesar de las tormentas, incluso con las ausencias o con las pérdidas y más allá de los desamores y los momentos de oscuridad.

 

Nadie estamos a salvo de ellos, nadie podemos evitar sufrir, pero todos tenemos también oportunidades únicas de goce y disfrute inmenso. 

 

Sabiendo todo esto, no dejemos pasar las oportunidades y disfrutemos el instante presente como el mejor regalo que nadie puede arrebatarnos. Eso sí depende únicamente de nosotros, eso sí que podemos manejarlo a nuestro favor. 

 

 

miércoles, 25 de diciembre de 2024

UN DÍA ESPECIAL

 Hay muchos días que marcan en el calendario fechas especiales, buenas y malas. Posiblemente, las que consideramos negativas son aquellas en las que hemos sufrido pérdidas, nos han dejado, nos hemos equivocado o nos ha invadido la enfermedad o la tristeza. Pero eso, es también parte de la vida…o en su esencia más pura, la vida misma.




 

Lo cierto, es que no estamos preparado para ello. Solamente suponemos que el discurrir de los días tienen que ser idénticos, las fechas importantes repetirse del mismo modo y todos estar en su “sitio”. Obviamos que la vida no funciona así, que es cambio y movimiento; impermanencia y transformación. Mientras no entendamos que cada día hemos ya perdido ese tiempo, que las cosas y las situaciones se modifican y que de cualquier modo, nosotros mismos somos, hasta físicamente, otros en nuestro mismo sistema celular, no habremos entendido nada.

 

Celebramos, una y otra vez, las mismas fechas pero ya de otro modo. Hay ausencias o nuevas presencias pero, de cualquier modo,  todos somos diferentes.

 

Es importante venerar los ritos, porque ellos nos enraízan y nos dan seguridad. Nos anclan a un pasado en el que tenemos raíces; nos instalan, por algunos momentos, días o instantes, en un pasado que necesitamos para seguir con el futuro que manejamos en este presente continuo que es la existencia.

 

Por todo ello, hoy volvemos a sentarnos junto a los nuestros, nos sentimos unidos a los recuerdos y animados ante las gratificaciones instantáneas que conseguimos con ello, olvidando que dentro de unos días la vida vuelve a ser normal y que la fantasía, los brillos y las luces se apagarán para continuar con ella.

 

Aprovechemos estos instantes mágicos que como todo, terminarán. También lo hará aquello que te duele, que te angustia o que te mantiene fuera de ti en un estado de tristeza permanente. 

 

Por suerte, eso también pasará.

 

 

 

viernes, 20 de diciembre de 2024

QUID PRO QUO

 La vida normal se rompe estos días. Reuniones, despedidas, reencuentros, comidas, regalos…el exceso se instala en la mente de la mayoría y romper con la rutina es lo que aporta más entre noticias de desaparecidos, muertes domésticas, guerras inacabables o desgracias naturales.




 

Quizás esté bien que nos evadamos por un tiempo. Quizás sea conveniente que no pensemos demasiado en las crisis que vivimos a diario. Quizás todo esto se haga bueno si logramos no olvidarnos de aquellos otros para lo que este tiempo diferente en nada cambia sus desgracias. Quizás estuviese mejor si nuestra generosidad improvisada les amparara a los que menos tienen, en la proporción que nos fuese posible. Quizás fuese aún más interesante regalarnos tiempo de calidad para ser más compasivos, más flexibles y menos inquisidores.

 

No todo el brillo trae luz, no todos los regalos aportan felicidad. Todos los abrazos y los besos, que ahora se derrochan podrían repartirse más a lo largo del año. Repetirse sin razón, darse con espontaneidad, regalarlos para demostrar lo mismo, pero siempre.

 

Alzar la copa para brindar por la salud, el amor, la pareja o que nuestro mundo vaya bien debe hacerse extensible a algo más que nuestro entorno directo. No somos islas. No debemos serlo. Lo que en el mundo vaya mal…a nosotros nos afecta. Pidamos por todo ello. Salgamos del cascarón de “lo mío”y “lo tuyo”…y vayamos directos a expandir nuestros deseos más allá de los confines del ego de cada uno.

 

La Navidad son unos días… lo peor llega el resto del año.

 

Tengamos una actitud solidaria con el resto donde también estamos incluidos.

 

Hagamos algo. Lo que sea. Un poco. A penas nada. Un pasito adelante con nuestra generosidad. Mucha gente lo necesita y tal vez, aunque sea de otro modo, un día podamos necesitarlo nosotros.

 

“Quid pro quo “…aunque sea egoísta este pensamiento…al menos implica corresponder, en este caso, con la vida.

 

¡Feliz Navidad!

 

 

 

 

 

 

sábado, 14 de diciembre de 2024

AMOR VIVO

 Tus manos recorren los recuerdos de mi piel y en el silencio ronco de la trémula sensación de su roce, encuentras el hueco por el que colar tus labios hasta el borde de mi lengua, ansiosa de ti.

 

Miro a través de la ventana. Veo tus ojos de miel en el dulce brillo que los rayos de sol reflejan en ella. Cierro  los párpados y aprieto los dientes. 

 

Te quiero aquí y te quiero ahora, con tus delirios insufribles de realidad distorsionada, con tus locuras atadas al borde de mi cama, con aquellas palabras necias que sin ton ni son, me regalabas. Y saberte dentro, en el fondo de mi alma, jugando con efluvios que destellan y saltan al compás de tus feroces ganas.


    



 

Entonces se abre una puerta, cerrando yo la ventana y desde el otro lado del río llega el sonido de los ecos de las hadas, que hace mucho que se han ido buscando nuevas damas. ¿Será que llega despacito otro caballero que asalte mi torre alta?.

 

Un aroma de azares acama y mece los vagos rasgos de tu cara. Es la vida que brota de nuevo, la llama del amor eterno que nunca acaba, el dormir silencioso del dolor amargo que se transforma en dulces sabores de caramelos y manzanas.

 

¡Tú, a ti…que vas a llegar con la boca callada; tú que lo dirás todo, sin decir nada.!

viernes, 6 de diciembre de 2024

EL DULCE SILENCIO DE LOS " HUECOS"

 Cuando la vida discurre por los años que te avanzan, descubres, como un niño que abre sus ojos al mundo nuevo que lo acoge, que necesitas encontrarte cuando te pierdes. Entiendes, que cuando el camino se acaba y la pared negra de tus días oscuros te aplasta, necesitas espacios llenos de ti y de nada más.

 

         Hay que hacerse “huecos” entre el sucederse de la vida diaria. Lugares y puntos de encuentro con lo más genuino de nuestro ser. Apartados de todo y de todos, pero junto a ellos.

 

         No es necesario que vayas a un rincón especial a meditar, como imaginas. No es preciso que te alejes para quedarte sólo; ni siquiera es conveniente que pases de la actividad a la calma por ver si te sosiegas. Hay que aprender un método, una herramienta que te mantenga dentro, estando fuera.

 

¡Tantas veces no conectamos con la persona que tenemos enfrente, tantas la rechazamos, tantas vemos que no encajamos en las situaciones que tenemos que vivir…tantas necesitamos soñar para poder con la realidad!.

 

Acostúmbrate a crear espacios dentro de ti aunque estés entre la multitud, aunque te hablen de frente, aunque te involucren de cara. Aíslate por unos instantes. Míralos con tus ojos vacíos de palabras y llenos de ti. Aíslate en tus adentros y que nadie lo note.

 

         Tu solo tú, contigo. Si estás en un momento o situación amarga visualiza algo magnífico o simplemente piensa que ahí dentro está la calma, está la paz de estar a solas contigo mismo y nadie, pero nadie, puede violar ese espacio ni contaminarlo.

 




Vuelve tu mirada al cielo y sella tu boca con la dulzura de saber que las respuestas siempre son más simples, que la vida siempre es más sencilla, que el mundo, tu mundo, siempre será tu mejor refugio y ahí…hazte un “hueco” lleno de luz que te haga sentir la plenitud y la belleza que te acompañará siempre.