Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 16 de agosto de 2025

APRENDER A FRACASAR

 Una de las habilidades más importantes en la vida es la de “ aprender a fracasar”. Nos deberían enseñar desde muy pequeños, tanto en la familia como en la escuela, que fracasar es sinónimo de estar frente a una oportunidad para mejorar. Sin embargo, nos hacen sentir todo lo contrario.

 

El fracaso siempre se presenta como una losa que nos aplasta sin remedio, un látigo que nos azota sin tregua, un pecado capital que se instala en nuestro cerebro como un gusano que va alimentándose, poco a poco, de nuestra culpa y nuestra vergüenza.




 

Nos preparan para ser siempre mejores que los demás, para competir y no cooperar; para combatir y no converger. Este modelo educativo que nos impele siempre a romper y rasgar lo que se pone delante de nuestro camino, nos trae muchos problemas. El primero, no aceptar la derrota, no tener tolerancia ante el fracaso o no respetar los límites de tus propios resultados. Como consecuencia, y en segundo lugar, llega la culpa. ¿Por qué no lo hice mejor?¿Habré puesto todo el empeño en lograrlo?¿Qué decepción traerá esto a mis padres, mis hijos, mis amigos, mi pareja…?¿Me querrán menos por ello?...

 

Una larga lista de preguntas que se ciernen sobre nuestro corazón poniendo un candado a la voluntad de superación, a la creatividad para salir de la situación o al esfuerzo sostenido por desmitificar lo que significa no haber alcanzado algún objetivo importante en nuestra vida.

 

Todo pasa por y para algo. No sabemos el por qué y, a veces, tampoco importa. Lo realmente importante es saber gestionarlo, mirar hacia delante, buscar soluciones y seguir con toda la fortaleza que imprime en nuestro carácter, la seguridad de abrazar una oportunidad de mejora que sin el fracaso, tal vez, nunca hubiésemos experimentado.

 

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